Las elecciones en Israel se celebrarán de forma anticipada el próximo 17 de marzo, informó hoy el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, tras una reunión con los dirigentes de los principales grupos parlamentarios.

"No hay necesidad de cebarse con la ciudadanía, no hay razón para estirar esto", dijo Edelstein en la reunión, en la que las distintas formaciones expusieron sus preferencias y al final aprobaron la del 17.

Tras semanas de tensiones entre la coalición que lidera el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el gobierno alcanzó un punto de inflexión ayer cuando el jefe del Ejecutivo cesó a su ministra de Justicia, Tzipi Livni, y al de Finanzas, Yair Lapid. 

Entre acusaciones a ambos titulares por "haber intentado sabotear" su Gobierno y no apoyar algunas de sus principales líneas políticas, como la continua expansión de los asentamientos en Jerusalén, Netanyahu decidió dar el primer paso que llevará a unas elecciones anticipadas.

Menos de dos años después de los anteriores comicios, el Parlamento israelí inició durante la jornada de hoy el proceso legislativo para su disolución y la convocatoria de las nuevas elecciones.

La actual fragmentación de la Cámara -13 partidos, el más numeroso con sólo 19 escaños- finalmente la han hecho imposible de gobernar debido a las disparidad de posturas que habían llevado al Ejecutivo, en especial desde la guerra de Gaza del pasado verano, a una crisis permanente. 

A pesar de que en la legislatura que ahora acaba se ha elevado a 4 % la barrera de votos necesarios para acceder a la Cámara, los expertos consideran que la vigésima legislatura no tendrá muchas menos formaciones, dado que los partidos pequeños planean acudir a las urnas en coalición para superar esa barrera.

Una encuesta publicada ayer por el Canal 10 de televisión, concede 22 escaños al Likud, al que seguiría con 17 escaños el partido nacional religioso Hogar Judío, del ministro de Economía Naftalí Bennet, uno de los mayores defensores de la colonización judía en Jerusalén Este y Cisjordania.

Según el sondeo, el único hasta ahora, ambos encabezarían una nueva coalición de derechas que sería la más nacionalista en la historia política israelí, y que también incluiría al partido Israel Beitenu, del ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, y a los dos partidos ultraortodoxos.

Un partido nuevo, formado por un exministro de Comunicaciones y ex diputado del gobernante Likud de fuerte sensibilidad social, Moshé Kahlon, podría alzarse como la nueva revelación de las elecciones, y formar parte también del próximo gobierno.