Tal como se esperaba, las elecciones presidenciales realizadas hoy en Afganistán estuvieron ensombrecidas por ataques lanzados por los talibanes en su plan de boicotear los comicios, que dejaron 109 muertos, mientras todo indica que habrá un balotaje, aunque para los resultados definitivos habrá que esperar entre 2 o 3 semanas.
Los movimientos armados afganos, sobre todo los talibanes, realizaron en las últimas 24 horas al menos 140 ataques en todo el país, según reportó hoy la agencia Pajhwok, los cuales causaron unas 109 víctimas mortales.
Entre los muertos, según la misma fuente, hay 89 talibanes, 9 agentes de la policía y 7 soldados, mientras entre los civiles, 4 murieron y otros 40 resultaron heridos.
A la espera de conocer los resultados del primer turno de los comicios, la Comisión Electoral Independiente (CEI) anunció hoy que eso no sucederá hasta dentro de dos o tres semanas.
Mientras, analistas y expertos ya apuestan a que ninguno de los ocho candidatos que competían para suceder a Hamid Karzai alcance más del 50% de votos necesarios para evitar una segunda vuelta.
Todo indica, entonces, que se hará un segundo turno, previsto en principio para el próximo 28 de mayo, y son tres los candidatos que están en la primera línea: el ex ministro de Finanzas, Ashraf Ghani, y los ex cancilleres, Abdullah Abdullah y Zalmai Rassul.
La agencia de noticias Pajhwok hizo una encuesta telefónica en los últimos días a consejeros provinciales, en la que les preguntó quién es el preferido del pueblo afgano para suceder a Karazi.
La respuesta, dada por 307 consejeros sobre un total de 420, fue: Ghani (65 votos), Abdullah (61) y Rassoul (51).
Los comicios de hoy significan el primer traspaso de poder de un presidente a otro desde la invasión de Estados Unidos en 2001.
En efecto, poco después de la caída entonces del régimen talibán, Karzai fue el elegido como el representante para dirigir al país, y luego ganó dos elecciones presidenciales que le permitieron estar 13 años en el poder.
En el momento de votar, Karzai invitó al pueblo de su país a que participe en las elecciones.
"Tenemos que desafiar las amenazas de los enemigos de la patria (los talibanes) por el bien de nuestros hijos y de las generaciones futuras", aseveró.
Además de los ataques talibanes, las elecciones de hoy estuvieron marcadas por algunas dificultades organizativas en varias provincias y por una participación alta.
La afluencia a las urnas "podría haber superado los 7 millones de electores", aseveró hoy en Kabul el presidente de la Comisión Electoral Independiente, Ahmad Yusof Nuristani.
Según Nuristani, "la distribución provisoria de los votantes es del 64% de los hombres y del 36% de las mujeres".
Además, episodios de violencia ocurrieron en varias provincias, como Zabul, Baghlan, Helmand, Nangarhar, Bamiyán y Parwan.
El más grave se produjo en Zabul, donde un artefacto explotó en una mesa electoral de un grupo de observadores que estaban escoltados por un grupo de agentes.
La explosión, según la agencia Pajhwok, mató a dos policías.
Cerca de 200.000 hombres del Ejército, la policía y los servicios de inteligencia se desplegaron en todo el país para tratar de minimizar hoy la amenaza de boicot de los talibanes y de otros grupos armados.
La Comisión Electoral Independiente subrayó hoy que de las 6.770 mesas electorales en todo el país, unas 959 no pudieron operar sobre todo por motivos de seguridad.
No obstante eso, observadores afganos e internaciones hablaron también de una participación alta, en la que se destacó, en particular, una amplia presencia femenina.