"En ese tiempo teníamos hasta a Alvaro Henríquez haciendo coros". Con esa imagen, el cantante Carlos Cabezas evoca el epílogo de Electrodomésticos a principios de los 90, cuando -luego de dos álbumes que los alzaron como insignes de la vanguardia local- decidieron separarse y dejar inconcluso un nuevo disco que los mostraría en plena expansión de su sonido.
Un título que alcanzó a registrar un puñado de demos, que fue cayendo en el contrabando de fans y coleccionistas, y que, de algún modo, verá la luz por primera vez este año, casi como una forma de completar una de las discografías más inquietas impulsadas por un crédito nacional: el sello Hueso Records publicará Lost demos, trabajo que contiene las grabaciones incompletas y algunos de los temas que darían vida al sucesor de ¡Viva Chile! (1986) y Carreras de éxitos (1987).
Un proyecto de arqueología musical que rescató las cintas de casetes de los armarios de fanáticos y cercanos al conjunto, ya que ni los propios músicos guardaban un material registrado en sus estudios de calle Domeyko. "Nos encontramos con estos demos y sonaban horrible. Así que nos propusimos encontrar las grabaciones con el mejor audio posible. Cuando lo logramos, las digitalizamos, las restauramos, y hoy son un buen testimonio de época de una banda que se acercaba mucho más al formato canción, a lo que quizás son hoy", describe el director de Hueso Records, Mauricio Díaz, en torno a una agrupación que en el nuevo siglo retornó para editar dos discos, La nueva canción chilena (2004) y Se caiga el cielo (2013), ambos lejos de la experimentación radical y más cercanos a las melodías pop.
En vivo
Como extra, Lost demos -que presenta un total de ocho temas- se lanzará sólo en formato vinilo, durante la feria de música Pulsar, que se hará desde este viernes hasta el domingo en la Estación Mapocho, con la opción de una posterior edición digital (además, el conjunto dará un show este sábado durante el evento, donde también firmarán el álbum).
Entre las canciones aparecen Endoncia y Alegarikous, dos que luego integraron El resplandor (1997), el debut en solitario de Cabezas; Diablo diablito, pieza inspirada en las escaramuzas sociales de fines de los 80; y Maturana, otra composición perdida, pero que los propios Electrodomésticos han vuelto a interpretar en sus presentaciones de los últimos años.
Cabezas sigue: "En esos momentos éramos como nueve personas en el grupo, con sesiones de vientos, muchas percusiones y distintos músicos que participaban de todo lo que hacíamos. Nos estábamos abriendo y engolosinando a sonoridades muy distintas. Pero, bueno, también coincidió con la época donde empezamos a tener familia, hijos, y debimos reducir las grabaciones y los ensayos, por lo que eso precipitó el final. Esta es una buena forma de darles continuidad a esos años".
Aparte de Pulsar, Electrodomésticos estará en la próxima edición del festival Mysteryland (que se realizará a fines de diciembre, en Picarquín) y planea lanzar nuevo material a mediados del próximo año.