"Me tenía que sanar para volver a la televisión", dice Eli de Caso, vestida de pulcro blanco y sentada junto a Krishna, su hija, y al equipo de su nuevo programa, quienes la conocen de años: con ellos mismos creó el ícono del servicio televisivo chileno en los 90. Aló Eli, que debutó en La Red en 1991, a la par con el nacimiento de la estación, para después continuar bajo diversos nombres y formatos en Mega y TVN. "Me habían ofrecido muchas cosas. Pero no estaba preparada. Necesitaba saber quién era yo. Cuál era mi valor", asegura.
Pasaron siete años para que se decidiera volver a la televisión, luego de conducir junto a Luis Jara y Karla Constant el matinal Juntos, el show de la mañana, de Canal 13, donde sólo estuvo una temporada, inaugurando su paréntesis temporal de la pantalla chica y un período donde superó complejas enfermedades, como la fibromialgia (trastorno crónico que causa dolores musculares). La conductora agrega: "Mi historia se ordenó. Entendí por qué había elegido vivir de esta manera. Cuando dejé de hacer televisión, este gran puzzle se ordenó".
El lunes 22 de septiembre, Eli de Caso aterriza nuevamente en TV. Alejada de las luces, sana y tras cambios personales, trae consigo las ganas de compartir lo que ha vivido fuera del set. Y el espacio De caso en caso será el lugar para hacerlo.
Se trata de un franjeado que irá de lunes a viernes, a las 17:30 horas, y que se emitirá justo antes del programa de concursos que prepara Leo Caprile, Avanti: Que pase el siguiente, que también debuta ese día. El estreno también es simbólico, ya que será en La Red, el mismo canal donde partió hace 23 años, y acompañada por sus dos hijas: Krishna en la conducción y Yuyuniz en los despachos en vivo. "No es un programa de servicio. Es un espacio de encuentros. Para que los chilenos nos volvamos a reconocer. Es una invitación a conectarnos, a darle un sentido a nuestras experiencias".
"La motivación que nos mueve a ambas para estar en televisión", añade Krishna de Caso, quien dejó de negociar con SQP para integrarse a este programa, "es entregarle algo distinto al público. Es un espacio para compartir, más cariñoso, donde mi experiencia se suma a la de un invitado".
En 60 minutos, habrá tres bloques, móviles en la calle, expertos en el set y un espejo real: un invitado que llegará a compartir sus experiencias de vida o un asunto que lo aqueja. Se planea así dar un matiz distinto a lo que De Caso ha visto en televisión desde que dejó Canal 13. "Ahí era otra Eli. Siempre estuve castigada. No podía ni hablar", dice antes de lanzar una carcajada. "A veces ser muy franca causa problemas. Y tienes que aprender esa lección. A decir las cosas en el momento exacto. Son aprendizajes. Era necesario pasar por eso".
Además, el proyecto recupera la experiencia ganada tras nueve años en Radio Agricultura y otros dos impartiendo su charla motivacional: Mi mochila y yo. "En la última que hice, me encantó inyectarles a un grupo de mujeres emprendedoras una cuota de seguridad. Si no me siento fuerte, cómo voy a emprender", comenta.
"Hoy en televisión, no hay nada optimista. Dejas de ver los programas y no te queda nada", puntualiza su hija. "Estoy feliz que hayan acortado los noticieros, porque no me gusta la crónica roja y menos en la mañana. Uno parte el día amargado. De la tele de ahora, no me gustan la mayoría de las conversaciones. El enfoque es tan repetitivo. Por qué si en el matinal de TVN hay una señora hablando de las hierbas, en el del 13 dan lo mismo. Y a la misma hora. La televisión debe salir del lugar cómodo en el que está", remata Eli De Caso.