La persecución de tres Mini Cooper por las calles de Turín filmada por Peter Collinson en 1969 para The Italian Job es, según una encuesta realizada por el sitio web británico Pearl and Dean, la mejor escena automovilística jamás vista en el cine.

Un cuarto de los 3000 votantes que registró esta encuesta del sitio de cine eligió a la película protagonizada por Michael Caine -que tuvo una nueva versión en 2003 con el nuevo modelo del mismo coche-, y fue seguida con un 16 por ciento de los votos por una escena en tono de comedia perteneciente a Los hermanos caradura (The Blues Brothers), un filme de culto de John Landis (1980).

En las preferencias de los votantes destaca el gusto por el cine previo a los efectos digitales, algo que, según Kathryn Jacob, directora ejecutiva de la web, demuestra que "no usar una gran cantidad de efectos especiales a veces hace las persecuciones más impresionantes".

Además, reconoce la influencia local con respecto a los modelos de los coches: "Los Minis atraen más que los coches muy rápidos porque inyectan al público un toque chic británico a la persecución y un estatus más cultural a la película", dijo.

Así, aunque la tercera posición la ocupe, con el 15 por ciento de los votos, una película reciente, La identidad de Bourne (2002), donde en ella Matt Damon conducía el mismo modelo de coche que Caine, aunque esta vez por las calles de París.

Ambientada en Francia, el cuarto lugar lo ocupa Ronin (1998), una de las últimas películas de John Frankenheimer donde Robert de Niro lidera una banda de asaltantes, con una espectacular persecución en una pequeña ciudad de la Costa Azul. Otro ícono británico, James Bond, aparece en la posición número siete con Casino Royale (2006), y cierra la lista con su mítico Aston Martin en Goldfinger (1959).

Un no menos legendario Ford Mustang GT390 conducido por Steve McQueen por las calles llenas de badenes de San Francisco en Bullit (1968), entra por méritos propios en el quinto puesto, mientras que en la ciudad imaginaria de Gotham, el anguloso Batmóvil creado para Batman inicia (2005), protagoniza la escena que ocupa el sexto lugar.

Finalmente, en el puesto número ocho se sitúa Nicholas Cage persiguiendo a Sean Connery en la película La roca (1995), de Michael Bay, y el ejemplo que sin duda le resta validez a la encuesta, es que la que es la mejor persecución jamás filmada, la carrera de velocidad entre un coche y un convoy de metro en el West End de Nueva York en Contacto en Francia (1971), apenas consigue la novena posición.

Esta secuencia, un prodigio de acción donde Gene Hackman maneja a toda velocidad entre otros autos y los transeúntes, ha sido elegida anteriormente como la mejor secuencia, aunque extrañamente aquí ocupe la novena posición. Cosas de internet.