Llegó ese momento del año en el que perros con cabezas inusualmente grandes, cuerpos sin pelo y otras rarezas compiten por ser el perro más feo del mundo.

El ganador de este año fue un perro callejero de dos años de edad llamado Peanut, cuyo pelo alborotado blanco y marrón, ojos saltones y dientes protuberantes parecen contradecir su personalidad, dulce y enérgica.

Aunque Peanut está sano ahora, su dueña, Holly Chandler, de Greenville, Carolina del Norte dijo que resultó quemado gravemente cuando era un cachorro, lo que le produjo parches de calvicie en todo el cuerpo.

Chandler dijo esperar que la victoria de su mascota sirviera para generar conciencia sobre el maltrato animal. "Estamos tratando de usarlo como un emblema de lo que puede sucederle a los animales que son maltratados", afirmó.

Ella planea usar el premio de 1.500 dólares para pagar las cuentas del veterinario de otros animales.

El concurso, celebrado en el recinto de la feria de Sonoma-Marin en Petaluma, California, cumple su 26 año.

Un panel de tres jueces califica a los perros en varias categorías, entre ellas las de atributos especiales o inusuales, personalidad y su fealdad natural.

Los últimos cinco ganadores han incluido un Beagle con patas parecidas a las de un pato, un bóxer, una mezcla de basset hound, un crestado chino mezclado con chihuahueño con una lengua saliente y mechones cortos de pelo y un chihuahueño sin un ojo y espalda parecida a la de un camello.

OTROS COMPETIDORES