Películas melodramáticas, pero con vocación humanista y con fuertes tintes cómicos, además de contar con una capacidad para relatar una historia casi hipnótica. Estas características son sólidas en cierto cine argentino que se ha denominado como costumbrista y que tienen un fuerte arraigo en el público. Ahí donde han destacado películas como Esperando la carroza (1985), El hijo de la novia (2001) o El abrazo partido (2004), el cineasta Marcos Carnevale ha construido su estilo. Director de destacadas cintas como Elsa y Fred y Anita, su último trabajo es Viudas. Estrenada en agosto del 2011 en Argentina y nunca exhibida en Chile, la película se dará hoy, a las 21 horas, en la tercera jornada del Festival de Cine Las Condes, que se realiza en el Parque Araucano, certamen organizado por CorpArtes.
Como es común en sus cintas, Carnevale basa sus relatos en elencos altamente experimentados y sólidos. En el caso de Viudas, la historia está protagonizada por la diva del cine transandino Graciela Borges (La ciénaga), además de Valeria Bertuccelli, una de las actrices transandinas más destacadas del último tiempo gracias a a Luna de Avellaneda y XXY. Este es un duelo generacional que a la cinta le saca brillo. En esta historia, Borges es Helena, una destacada realizadora de documentales, mientras que Bertuccelli es Adela, una emocionalmente inestable estudiante de Periodismo. ¿Cómo llegan a cruzarse? Gracias al esposo de Helena que, además, tiene una relación con Adela. El problema es que se conocen en la UTI de un hospital en donde el hombre llega con un severo ataque al corazón. Es ahí donde sus últimas palabras hacia su esposa es que cuide a su amante. Una petición inverosímil para una sorprendida Helena. Pero a poco andar, la joven -solitaria y deprimida- comienza a acercarse a ella, como la única manera de mantener un vínculo con el fallecido hombre.
A través de esta insólita situación, la película irá desplegando diálogos y momentos en donde ambas irán destapando sus heridas hacia la otra, como también el amor hacia el hombre que compartieron. En esa mezcla asoman algunas escenas bastante dramáticas, como también otras cómicas. "Yo trato de filmar la vida cómo es. No me gusta encasillar mis películas en géneros. Filmo la vida. Y si la vida por momentos es graciosa, será gracioso. Y en otros momentos será dramático", declaró al respecto el director Marcos Carnevale en el diario Clarín.
La crítica argentina valoró esa capacidad ambigua del filme, pero destacando sobre todo la capacidad actoral de las protagonistas para lograr tal propósito.
"El elenco es excepcional. Carnevale le saca partido en un ciento por ciento", anotó el diario La Nación. Mientras que Clarín la catalogó como "muy buena", argumentando que "ejemplos de que lo sencillo e imperfecto -si alguien quiere llamarlo lo popular, que lo haga- cobra relevancia e intensidad con buenos intérpretes".