Un lustroso piano de cola dominando el escenario. Al frente y al centro. Y no fue casualidad, porque esta noche, como nunca, el piano fue la pieza central del concierto que ofreció Elton John en el Movistar Arena de Santiago.

El artista británico se presentó ante más de diez mil personas con una artillería compuesta exclusivamente por sus grandes éxitos, desde Bitch is Back hasta Sacrifice.

Elton John sabe que tiene un registro vocal intacto, una banda que sabe acompañarlo y un repertorio a prueba de balas. Y lo aprovecha, haciendo versiones extendidas de sus canciones, donde demuestra su dominio del piano, y se da el lujo de recargar los arreglos con muchos adornos sonoros.

Un ejemplo fue cuando se despachó Rocket Man, al que le incluyó un largo interludio instrumental. Fue la primera ovación de la noche en un show que se demoró en calentar al público.

El cantante salió al escenario vestido sobrio, para sus estándares, con una camisa morada y una chaqueta negra con un estampado con brillantina en la espalda. En sus intervenciones con el público dejó en evidencia su flema británica y habló lo estrictamente necesario, limitándose a descargar un tema tras otro.

En las más de dos horas de show, recorrió canciones como Believe, Benny and the Jets, Tiny Dancer, Daniel y, uno de los puntos altos de la noche, Sorry seems to be the Hardest Word, entre muchas otras.

Justo antes de despedirse con Can You Feel the Love Tonight y Your Song, se acercó al escenario y firmó autógrafos a algunos de sus fans.

Su presentación fue precedida por el show de James Blunt, que en poco más de una hora desplegó una selección de sus dos discos, acentuados por sus éxitos como You're Beautiful y 1973. Al británico todavía le falta repertorio y trayectoria, pero intenta compensar con entusiasmo. Así, durante la presentación tocó el piano y la guitarra, habló en castellano y hasta cantó un poco en el idioma; y como para completar el esfuerzo populista, bajó del escenario y corrió entre el público. En el remate del show echó mano al recurso para la galería por excelencia y se puso la camiseta de la selección chilena de fútbol.