Mientras los rebeldes atacan Trípoli y el poder e influencia de Muammar Gaddafi se desmorona, las embajadas libia en todo el mundo celebran la victoria de los insurgentes. En Manila, capital de Filipinas, diplomáticos y estudiantes libios destruyeron retratos del coronel, mientras gritaban "el juego se ha terminado" e izaban la bandera rebelde.
El cónsul libio Faraj Zarroug dijo en la capital filipina que el 85% de las 165 misiones diplomáticas en todo el mundo ahora reconocían al gobierno interino rebelde, el Consejo Nacional de Transición.
"¡El juego ha terminado para el señor Gaddafi!", dijo Zarroug. "Probablemente en unos cuantos días todo habrá terminado esperamos. Estoy muy contento", agregó.
Los diplomáticos libios en el exterior habían jurado su lealtad a los rebeldes en una tendencia gradual a lo largo de los meses, pero en esta semana pareció haber un gran incremento de deserciones.
Por ejemplo, las misiones ante Suiza y Bangladesh cambiaron su lealtad poco después de que iniciara la crisis hace seis meses, y funcionarios libios de las embajadas de Japón y Etiopía reemplazaron las banderas gubernamentales por las tricolores de los rebeldes el unes.
Un vocero de los rebeldes en Dubai, Edward Marques, dijo que las deserciones se han registrado "en cascada" pero se negó a enumerar la ubicación de los simpatizantes a los rebeldes. No había representante del gobierno libio para que comentara al respecto.
En la misión de Manila, los diplomáticos vestidos con trajes de negocios arriaron la bandera verde de Gaddafi e izaron la de los rebeldes, mientras que jóvenes expatriados causaron daños en el interior.
En Adis Abeba, la capital de Etiopía, el embajador libio ante la Unión Africana, Alí Awidan, afirmó que había izado la nueva bandera de los rebeldes el lunes y cambió de bando en el último momento."Yo no servía a Gadafi, yo he servido a Libia", agregó.