La Cámara Pública, órgano consultivo adjunto a la presidencia rusa, informó hoy de que casi doscientos profesores y empleados de centros educativos utilizaron el teléfono de quejas para dar a conocer las presiones recibidas por el gobierno para manifestarse a favor del primer ministro Valdimir Putin, candidato oficialista en las elecciones presidenciales del próximo 4 de marzo.
Al parecer, los profesores recibieron la orden de acudir a la manifestación a favor de Putin que se celebró el sábado en el complejo conmemorativo de Poklonnaya Gora de Moscú, bajo amenaza de represalia o despido.
Algunos de los docentes indicaron el nombre y apellidos del superior que les conminó a manifestarse, mientras en una de las escuelas los estudiantes también tuvieron que acudir al multitudinario acto, pese a las bajísimas temperaturas.
Los empleados de correos también denunciaron que les obligaron a ir al acto, que coincidió con una manifestación opositora que congregó en el centro de Moscú a más de cien mil personas.
"Los que llamaron informaron sobre diferentes mecanismos que se usaron para obligarles a ir al mitin: a algunos les prometieron libranzas o mejoras salariales, a otros les amenazaron con despidos o expedientes disciplinarios", dijo.
Además, añadió, "al resto (de denunciantes) les pidieron insistentemente que asistieran al acto, advirtiendo que la presencia sería controlada".
El coordinador de esa línea telefónica en la CP, Serguei Volkov, reconoció que las llamadas de denuncia podrían haber sido muchas más, pero no lo fueron porque muchos funcionarios temen denunciar a sus superiores por temor a represalias.
Además, llamó a los trabajadores de la administración pública a dirigirse a la Cámara Pública para denunciar todos los casos de abuso.
Los organizadores del acto a favor de Putin habían solicitado autorización para congregar a 15.000 personas, pero finalmente acudieron muchos más buses arrendados por empresas públicas e instituciones públicas.
Putin se manifestó el sábado muy agradecido por el apoyo mostrado por sus partidarios, ya que dijo que nunca podría ejercer un cargo si no sintiera el apoyo del pueblo.
Según las encuestas, Putin es el favorito a la victoria en las presidenciales, aunque es posible que no supere el 50 % de votos y se vea obligado a disputar una segunda vuelta.