"Hasta ahora no ha existido una voz oficial respecto de la postura de los emprendedores y cómo estos se verán afectados por la reforma tributaria", asegura Juan Pablo Swett, presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech).
El gremio agrupa a más de 12.500 asociados pertenecientes principalmente a los sectores de servicios (42%), tecnología (22%) y comercio (21%). De acuerdo al Ministerio de Economía, existen en Chile cerca de 1.750.0000 emprendedores -"que desarrollan un negocio desde cero, desde la idea hasta la fundación de la empresa", dice Swett-, de los cuales 850 mil están legalmente constituidos.
Aunque aclara que como asociación apoyan mayoritariamente una reforma tributaria para el financiamiento de mejoras en educación, incluyendo el alza del impuesto de primera categoría de 20% a 25%, dice que existe preocupación por el impacto en el emprendimiento en cinco ámbitos: la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT); los beneficios de la depreciación instantánea; cambios en el 14 ter; modificaciones en el agente retenedor del IVA; y la ausencia de medidas relativas al impuesto adicional de 35% por servicios contratados en el extranjero.
Liquidez y endeudamiento
Las principales inquietudes del gremio apuntan a los efectos de la tributación sobre base devengada y el término del FUT. Swett es categórico en señalar que el fin de este mecanismo "dejará sin liquidez a las pymes, con lo cual se frena la inversión y, peor aún, se las obliga a buscar financiamiento externo en la banca e instituciones financieras que las castigan con tasas excesivamente altas". Agrega que "la eliminación del FUT está hecho a la medida de los bancos. Por eso no extraña que el señor Jorge Awad (presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, Abif) haya aplaudido esta reforma ".
Si bien la integración entre impuesto de primera categoría y global complementario implica que hoy sólo quienes tengan utilidades superiores a unos $ 76 millones deberían tributar por encima del 25% de gravamen corporativo, Swett dice que muchos empresarios con utilidades superiores se verán obligados a pagar por ganancias que no están en la caja de la empresa. "Muchas veces son utilidades que están invertidas o en cuentas por cobrar o incluidas en las planillas de sueldos, y que no son recursos líquidos", sostiene.
Depreciación
El presidente de la Asech considera que el mecanismo de depreciación instantánea de activos fijos propuesto en el proyecto -que permitiría descontar de una vez el gasto en inversión- es insuficiente y no beneficia al sector. "Es una medida del pasado que no se ajusta a los tiempos actuales, en que cada vez más las empresas invierten en capital de trabajo como capacitaciones, contrataciones, sueldos y no en capital tangible, como maquinarias. Nuestras empresas no tendrían qué depreciar", dice.
Sweet plantea como alternativa a la eliminación del FUT la implementación de un incentivo a la reinversión de las Pymes, que permita contar con capital de trabajo. "Por ejemplo, si las utilidades son inferiores a tres o cuatro meses de ventas, éstas tributen sólo por el 25% en la medida que se entiende que esas ganancias se utilizan para crecer".