En una pequeña fábrica familiar en la comuna de San Joaquín, y de las manos de Jacqueline Lobos nacen los bombones, alfajores, cuchuflís, barras, y hasta revolvedores, todos bajo el nombre de Chocolates Mamajako.

Cuenta su dueña, Jacqueline, que este consolidado emprendimiento comenzó debido a la falta de trabajo que en ese entonces afectaba a la familia. Por ello, y luego de buscar en diversas instancias, decide apresuradamente postular al capital semilla que ofrece el Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec, y consolidar así su idea de empresa.

Pero su historia nunca tuvo como protagonista un proyecto donde el chocolote fuese fundamental. Jacqueline se ríe al recordar que no sabía nada de trabajar con esta materia prima, y todo lo aprendido, fue gracias al tesón y la constancia de una emprendedora, que reconoce la necesidad de realizar alguna especialización en el negocio. "Sabía lo básico y que en verdad era muy básico, pero me encantaría un día hacer un curso profesional y creo que en algún momento lo voy a hacer porque me gusta mucho, o sea, adoro esto que hago yo".

Y ese entusiasmo con el que trabaja lo impregna en sus productos. Dice que, "aunque no lo parezca, soy autodidacta". Y claro, pues aparte de aprender por sí misma la técnica para derretir y utilizar de mejor manera la cobertura de chocolate, aplica conceptos innovadores a su productos, sacando al mercado sabores tan peculiares como bombones rellenos con crema de castaña o piñones, merquén y muchos otros.

DIVERSIFICANDO LA MARCA

Y el abanico es amplio. Mamajako se compone de 6 líneas; tradicional, diabética, romántica, adulto, gourmet y corporativa. Esta última, una de las más solicitadas por empresas ya que presenta el innovador sistema de impresión en chocolate. En términos prácticos, imprimir la imagen que sea sobre un alfajor.

Está claro que tener una empresa propia requiere de tiempo y casi un 100% de dedicación, dos ideas que Jacqueline ha puesto en cada una de las cosas que realiza, incluso, en la presentación. "Como nosotros hacemos las cajas, tenemos la facilidad que si yo quiero una caja triangular, en forma de luna, redonda, cuadrado, como yo quiero,veo el chocolate que quiero insertar en eso y la creamos".

PUNTOS DE VENTA

Una de las debilidades mencionadas por su propia dueña son los puntos de venta. Chocolate Mamajako no se encuentra en cualquier local, y por ende, su público es más bien acotado. Además de su página web, tiene apariciones en ferias temáticas o costumbristas, en stand de centros comerciales, y por último, una tienda ubicada en Santa Isabel 1333, llamada Alicanto. Por ello es que para Jacqueline, uno de sus objetivos es tener una tienda propia donde exhibir sus productos, un proyecto que trataron de sacar adelante pero que no se pudo concretar por falta de presupuesto. "Nosotros intentamos una tienda pero el problema fue que empezamos con poco capital, entonces aprendimos. Yo creo que en todas las enseñanzas de esta índole, aprendes para no cometer errores, la experiencia ayuda mucho en esos casos".

NUEVOS PRODUCTOS

Mamajako aprovecha el avance de los productos orgánicos para anunciar que prontamente saldrá a la venta un nuevo producto confeccionado con este tipo de ingredientea, un aspecto que Jacqueline -reconoce- debe potenciar. "Vamos a trabajar con chocolate orgánico y esto va a ser un plus tremendamente importante, nos va a dar la posibilidad de ingresar a varias cosas importantes en este boom orgánico".