Luego de que distintos medios de comunicación dieran a conocer imágenes de un contenedor arrastrado por el aluvión que afectó a Copiapó, en el cual supuestamente se encontraría un grupo de trabajadoras encerradas con candado, la empresa Frutícola Atacama desmintió que la información fuera verídica.
"No hubo candados, ni personas encerradas, por eso queremos desmentir categóricamente las informaciones aparecidas en algunos medios. Nuestros campamentos cumplen con toda la norma; los hombres duermen en contenedores especialmente diseñados, con baños, lockers y salas comunes; y las mujeres en construcciones livianas mucho más amplias, que no tienen candados ni nada que se le parezca", sostuvo Raúl Robles, administrador del campo La Capilla de Frutícola Atacama.
En el momento en que ocurrió el hecho, Robles enfatizó en que los trabajadores cumplieron con el protocolo de rigor e insistió en que nadie quedó atrapado.
"El fundo no tiene cierres con candados, salvo el que divide la zona de otros campos privados, lugar al que nadie llegó arrancando ya que ahí vivía yo y porque además fue el lugar donde el alud golpeó más fuerte. Era impensado que alguien estuviera ahí, porque era mi casa y porque precisamente no era un lugar para buscar protección ni salida", indicó.
Desde la empresa han anunciado que han colaborado desde el primer día desde que ocurrió el desastre natural, y que han puesto a disposición todo lo que ha sido requerido, desde un helicóptero hasta ayuda humana.
"No hay negligencias ni situaciones anormales en nuestros predios, sólo un gran desastre natural donde lo único que corresponde es seguir con la ayuda y apoyo a los damnificados", concluyó Robles.
Por último, Frutícola Atacama comunicó que seguirá poniendo toda su fuerza y disponibilidad para ayudar a sus trabajadores y a la ciudad sacudida por el desastre.