Cuatro días después del desastre minero que ha costado la vida a unos 300 obreros en la ciudad de Soma, en el extremo oeste de Turquía, la empresa minera rechazó hoy cualquier responsabilidad en el accidente.
El director general de la empresa Soma Holding, Ramazan Dogru, admitió desconocer las causas del incendio que se declaró en la mina de lignito el martes pasado, pero subrayó que la compañía "no ha cometido errores".
Descartó que el fuego se debiera a la explosión de un generador eléctrico, versión oficial de los primeros días, y apuntó a que el carbón se incendió por sobrecalentamiento.
No supo responder a la pregunta de por qué nadie se dio cuenta del riesgo antes de que fuera demasiado tarde.
Akin Çelik, otro ejecutivo de Soma Holding, adujo que todo ocurrió "en 3-5 minutos" y que la gran cantidad de humo redujo la visibilidad "a cero".
Aseguró que la mina disponía de una cámara de supervivencia, apta para 500 personas, pero que estaba en fase de ser desmontada para ser trasladada a otro emplazamiento de la mina, razón por la que no pudo ser utilizada durante el accidente.
Según datos de la cadena CNNTürk, la ley turca no obliga a que las minas dispongan de una cámara de supervivencia.
El dueño de Soma Holding, Alp Gürkan, expresó su "enorme tristeza" por la pérdida de vidas y anunció que su empresa crearía una fundación para apoyar a las familias mineras y financiar la educación de los hijos de mineros fallecidos.
Añadió que la mina continuaría explotándose, salvo decisión en contra de las autoridades públicas.
La conferencia de prensa, que duró dos horas, se produjo en una atmósfera caótica, en la que los responsables de la empresa dejaron sin responder numerosas preguntas de la prensa respecto a las medidas de seguridad.
Pero reiteraron que no empleaban a obreros mediante subcontratas y que la mina había pasado todas las inspecciones de seguridad.
Mehmet Soganci, presidente del Colegio de Ingenieros y Arquitectos (TMMOB), denunció ayer a Efe que junto a las minas, antiguamente en manos de empresas públicas, también se habían privatizado los controles de seguridad.
"Todos trabajan con subcontratas y el control público es cero", aseguró.
Según un estudio de TMMOB, realizado en las minas de Zonguldak, entre 2000 y 2008, las explotaciones privadas tienen una tasa de muertes seis veces más alta que las que son de gestión pública.
Turquía no ha firmado la Convención de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre Salud y Seguridad en las Minas.