Luego de que durante esta mañana la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) presentara al gobierno una propuesta para incrementar el sueldo mínimo desde los actuales $182.000 a $250.000, diversos representantes del mundo empresarial salieron al paso, y coincidieron en que un alza tan importante podría generar distorsiones, por lo que no sería prudente acceder a la petición.

En esa línea, apuntaron que dentro del debate hay que considerar el tamaño y tipo de empresas, ya que a su juicio, las más pequeñas no podrían solventar dicha alza, lo que terminaría finalmente, en un mayor desempleo. Asimismo, sugirieron que dentro de la discusión se tome en cuenta el tema de la productividad.

El ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y vicepresidente de Concha y Toro, Rafael Guilisti, señaló que "la cifra de $250.000 es un salto muy grande respecto al salario mínimo actual", añadiendo, que pese a ello, "el salario mínimo es un indicador que es de poca relevancia en el mundo de las grandes empresas, pero sí es de relevancia para el mundo del empleo que ocurre fundamentalmente en el sector de la pequeña y mediana empresa".

De igual modo, sugirió que considerando otros costos para las empresas, como el de la energía, una medida de ese tipo, significaría además poner "frenos importantes" a la economía nacional.

"Proyectando a futuro el costo de energía alta, un crecimiento de costos laborales no ligados a productividad en las empresas, nos podría producir algunos frenos importantes en la economía", opinó.

En esa misma línea, el gerente general de Lipigas, Angel Mafucci, apuntó que "saltos violentos en los costos generan distorsiones", sobre todo, en el caso de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).

"Hacer cambios tan violentos me suena una figura compleja de administrar", completó, añadiendo que lo importante es invertir en la capacitación de los trabajadores.

Por su parte, el presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, señaló que, pese a que en el sector el sueldo mínimo que se paga supera los $250.000, dicho monto no podría ser soportado por otras industrias.

"La historia que tenemos de discusión del salario mínimo está basasa en un tira y afloja de lo que propone el gobierno, los gremios,y los sindicatos.  No sé si $250.00 sea un precio de equilibrio que se pueda permitir en la industria nacional", consignó.

El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Lorenzo Constans, en tanto, sostuvo "es una discusión que hay que hacer con mucho cuidado, sobre todo pensando en la gran heterogeneidad de empresas que hay, del tamaño de las mismas, y por lo tanto, lo que puede ser beneficioso para una, puede ser perjudicial para otra".

POCA SERIEDAD EN LA PROPUESTA

El ex ministro de Economía y actual consejero del Instituto Libertad y desarrollo (LyD), Juan Andrés Fontaine, también se refirió al tema, y señaló que concretar un aumento del sueldo hasta los $250.000 sería "muy poco serio".

"Hacerlo ahora sería poco serio. Hacerlo en el futuro, avanzando de a poco en esa dirección a medida que va subiendo la productividad me parece perfectamente posible", dijo.

"Subir por ley el salario mínimo, por ejemplo a $250.000 significaría condenar a muchos trabajadores actuales o a jóvenes que están recién entrando a la fuerza de trabajo a la cesantia, y esa sería la peor solución. De manera que hay que ir subiendo de a poco el salario mínimo de acuerdo a cómo va subiendo la productividad", explicó.

Asimismo lamentó que la discusión en torno al tema "sean tan politizada".

En este sentido recordó que "ha habido un intento de buscar propuestas de que el salario mínimo se reajuste de acuerdo a una fórmula que recoja la inflación y la productividad que son las variables más importantes a considerar. La inflación, porque mide el alza del costo de vida de las familias y por otra parte la productividad, que lo que permite es aumentar las remuneraciones sin un riesgo de mayor desempleo".