El empresario argentino Alejandro Burzaco se declaró no culpable de los cargos que se le imputan en relación al escándalo de corrupción de la FIFA, que ya ha alcanzado a 14 personas, y quedó en libertad bajo fianza.
En su primera comparecencia a la corte federal del distrito este de Nueva York, Burzaco, de 51 años, que fue extraditado desde Italia, escuchó la lectura de cargos en su contra, de conspiración, blanqueo de capital y corrupción, por pagar sobornos a dirigentes de Sudamérica para conseguir los contratos de comercialización de competiciones como la Copa América.
Luego, se declaró no culpable y fue dejado en libertad con una fianza de 20 millones de dólares, que fue garantizada por algunos negocios del acusado así como por propiedades de familiares y amigos, según detalla el periódico "Daily News".
El argentino, que al momento de su arresto era director ejecutivo de la empresa Torneos y Competencias, será vigilado a través de un brazalete electrónico y deberá permanecer bajo arresto domiciliario, además se le ordenó entregar su pasaporte, indica el medio.
El empresario se entregó a las autoridades italianas el 9 de junio, tras conocer que había una orden de busca y captura en su contra por el escándalo que ha estremecido el mundo del deporte, y aceptó ser extraditado a este país.
En mayo la fiscalía federal en Nueva York presentó cargos contra 14 personas relacionadas con la FIFA por supuestamente haber orquestado durante 24 años una trama mafiosa, de fraude masivo y blanqueo de dinero para enriquecerse a través del fútbol.
Entre esos 14 nombres está el de Burzaco, que controlaba todo lo relacionado con la transmisión de eventos deportivos a través de Torneos y Competencias S.A., que se define como "el canal argentino líder en deporte".
Burzaco es otro de los implicados en el escándalo que han sido acusados formalmente en la corte federal en Nueva York.
El 18 de julio Jeffrey Webb, exvicepresidente de la FIFA y de la Concacaf (Confederación de América del Norte, Central y el Caribe de Fútbol), se declaró no culpable y quedó en libertad vigilada bajo una fianza de 10 millones de dólares.