Un disparo a la altura del cuello habría sido una de las heridas más importantes que habrían costado la vida a Carlos Urzúa della Maggiore (63), empresario hotelero que murió la noche del viernes en su departamento en el octavo piso del Hotel Frontera, de Temuco.
De acuerdo a los análisis al cadáver, se habría logrado precisar que uno de los balazos ingresó a la altura del cuello, afectando principalmente sus vías respiratorias e importantes venas de irrigación cerebral y cardíaca.
A este disparo, se sumarían los otros tres que fueron identificados en la indagatoria que se practicó a primera vista, donde se identificaron daños de bala en el rostro, uno de los brazos y una de sus manos.
Los antecedentes ya están en manos del Ministerio Público e incluso el fiscal regional, Francisco Ljubetic confirmó que existen amplios antecedentes periciales para llevar la indagatoria a precisar que fue este cuarto disparo el que mató al empresario, incluso, estando probablemente en una postura física de indefensión.
De todas formas en el departamento de Comunicaciones del Ministerio Público, se indicó que todo quedará más claro y prácticamente resuelto, cuando se terminen los peritajes balísticos, en aproximadamente una semana, donde se podría concluir que el arma que fue levantada junto a la mujer, luego de su suicidio, es la misma usada en el homicidio.
Según las indagatorias preliminares, el hombre fue ultimado con un arma de fuego percutada, presuntamente, por su esposa, María Angélica Saavedra, quien luego se quitó la vida en su domicilio particular en la casa que habitaba en la ruta que une Villarrica con Pucón.