Un empresario que colaboró con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para detener y acusar de corrupción a dos exfuncionarios electos latinos se declaró culpable de evasión de impuestos.
Michael DiFoggio, de 57 años, admitió este lunes en una audiencia ante un juez federal que en lugar de pagar 700.000 dólares en impuestos utilizó el dinero para comprarse un yate.
Según un acuerdo de cooperación negociado por sus abogados y la fiscalía ante el juez Robert M. Dow, el empresario podría escapar a una sentencia de hasta 5 años de prisión si testifica en el juicio contra el excomisionado del condado de Cook Joseph Mario Moreno y el exconcejal Ambrosio Medrano.
Ambos fueron acusados en tres denuncias separadas de soborno y conspiración para cometer soborno, con un total de 10 cargos.
Según la acusación, los exfuncionarios habrían recibido miles de dólares en sobornos para influir en las compras del hospital del condado de determinados suministros y medicamentos de receta, favoreciendo a empresarios amigos.
Moreno, de 59 años, y Medrano de 58, son políticos mexicoamericanos que tuvieron amplia influencia durante muchos años en la comunidad mexicana de Chicago. Los dos están libres bajo fianza.
Según documentos de la corte, DiFoggio usó un micrófono oculto proporcionado por agentes federales durante una reunión que mantuvo con Moreno, en diciembre de 2010, para grabar la conversación cuando le entregaba al político una coima de 5.000 dólares.
Luego hizo lo mismo con Medrano, a quien le presentó además a un agente encubierto del FBI que fingía estar dispuesto a pagar una coima para favorecerse con negocios en el hospital.
Esta es la segunda acusación de corrupción contra Medrano, quien en 1996 fue condenado y cumplió una pena de 30 meses de prisión como resultado de una investigación federal denominada Operación Pala de Plata.