Una recompensa de $ 10 millones podría pagar el empresario Lautaro Alliende -propietario de la empresa de transporte de valores Smart Security, que la semana pasada fue víctima del robo de $220 millones-, a quienes encuentren y devuelvan parte del botín del asalto, compuesto por billetes manchados con tinta.
"Lo que buscamos con esto, por una parte, es recuperar ese dinero manchado para cambiarlo en el Banco Central y así recuperar el capital", dijo Alliende. Además aseguró que su objetivo es que los delincuentes no intenten poner en circulación los billetes.
Según el empresario, recuperar las remesas inutilizadas con tinta le permitirá a su firma ahorrar unos $ 20 millones, que tendría que pagar a su aseguradora como deducible por la prima de su póliza, en caso de que el dinero sustraído no aparezca.
Son, en total, unos $ 200 millones en efectivo, compuestos por billetes de distinta denominación. A las 8.30 del pasado lunes, una banda de cuatro sujetos interceptó uno de los furgones de la empresa. Intimidaron a sus dependientes y huyeron con el botín. Minutos después del asalto, la empresa aseguró que dicho dinero no entraría en circulación, puesto que las cajas contenedoras del dinero están provistas de un sistema de seguridad que mancha con tinta el dinero cuando la caja de seguridad es manipulada.
La fórmula que ideó Alliende implica que por cada billete que aparezca en manos de terceros, él está dispuesto a pagar el 5% de su valor nominal. "Así, si se trata de $ 100 mil o de los $ 200 millones 'completitos' estaríamos pagando entre $ 5 mil y $ 10 millones, dependiendo de cuánto se recupere".
Pocas horas después del atraco, Alliende aseguró haber recuperado $ 18 millones entintados.