Las compañías brasileñas con Grupo Virgolino de Oliveira SA y OAS SA a la cabeza están a punto de ocasionar a los inversionistas en bonos las pérdidas más grandes de los últimos 18 meses.
Los pagarés de las empresas del país cayeron 4,8% en diciembre, encaminándose a la mayor baja mensual desde junio de 2013 y casi el doble del promedio de caída de los mercados emergentes, según JPMorgan Chase Co.
Las versiones de que el productor de azúcar GVO entrará en suspensión de pagos y una investigación de supuestos sobornos de compañías constructoras incluida OAS profundizaron las pérdidas de inversores que ya habían padecido una liquidación mundial provocada por el desplome de los precios del petróleo. Los inversores también abandonan los activos del país por el temor de que la presidenta Dilma Rousseff no logre reactivar el crecimiento en la mayor economía de América Latina, dijo INTL FCStone Securities.
"Este mes fue particularmente duro para Brasil", declaró Marcelo Barbosa Lima, gerente de operaciones de renta fija de INTL FCStone, en una entrevista telefónica desde Miami.
GVO y OAS no respondieron los correos electrónicos que se les enviaran solicitando comentarios.
Los US$300 millones de bonos de la empresa con sede en Ariranha, Brasil, con vencimiento en 2018 cayeron 52 por ciento este mes a 4,85 centavos por dólar de valor nominal, muestran los datos que reunió Bloomberg.
GVO, que tiene un pago de cupones que vence el 28 de enero, está a punto de convertirse en el segundo productor de azúcar de Brasil que entra en cesación de pagos en menos de un año en tanto el exceso de oferta mundial deprime los precios y el gobierno impone precios máximos al etanol en el país.
La compañía se reunió con los accionistas y tenedores de bonos el 11 de diciembre para discutir un acuerdo de canje de deuda por acciones y de inversión de más fondos en la empresa, dijeron dos personas con conocimiento del tema. Es probable que los acreedores acaben quedándose con un porcentaje mayoritario de la compañía, agregó una de las personas, que pidieron no ser identificadas porque la información es privada.
Los US$875 millones de pagarés de OAS con vencimiento en 2019 cayeron 33% este mes a 30 centavos por dólar de valor nominal, muestran los datos que reunió Bloomberg. La compañía con sede en Sao Paulo es una de varias compañías constructoras cuyas oficinas fueron allanadas por la policía el mes pasado como parte de una investigación que busca determinar si las constructoras formaron un cartel para conseguir contratos del Estado.
El 19 de diciembre, Moody's Investors Service rebajó la calificación de OAS un escalón a B2, cinco niveles por debajo del grado de inversión, haciendo referencia a los problemas "judiciales actuales" de la constructora.
"Hay una total aversión al riesgo respecto de Brasil", dijo telefónicamente Carlos Gribel, responsable de renta fija de Andbanc Brokerage LLC de Miami.