La victoria de Polonia por 2-0 ante Alemania en la clasificación a la Eurocopa 2016 dejó de piedra al mundo del fútbol, pero no al técnico de la campeona del mundo, Joachim Löw, que restó importancia al traspié y miró al futuro.

"No lo veo tan dramático. Por supuesto nos habría gustado ganar, pero la actitud y la concentración del equipo fueron absolutamente correctas", comentó sobre el partido en Varsovia, con el que Alemania rompió una serie de 18 encuentros oficiales invicta.

"Estoy seguro de que vamos a remontarlo. No veo ningún problema importante en esta clasificación. Está claro que tenemos que seguir trabajando. Perdimos, sí. Pero todo sigue el martes", dijo con la mirada ya puesta en Irlanda, rival inmediato en la clasificación.

Löw descartó de plano cualquier crisis o cambio de esquema en un equipo que hace sólo tres meses conquistó el Mundial de fútbol de Brasil con una autoridad aplastante. Pero sí reconoció que hay "lecciones que aprender" y puntos por mejorar.

La derrota en Varsovia -segunda tras el 4-2 frente a Argentina en un amistoso tras el Mundial- impacientó algo más a los medios. "Jogi: ¿qué les pasa a nuestros campeones del mundo?", se preguntó el diario "Bild", el más leído del país.

Pero incluso el rotativo sensacionalista aceptó como atenuante la baja de jugadores como Bastian Schweinsteiger, Mesut Özil o Sami Khedira y la lenta recuperación de otros que salen de lesiones, como Philipp Lahm, Mats Hummels o Per Mertesacker.

La noche para el olvido en Varsovia dejó un único ganador en las filas alemanas: el debutante Karim Bellarabi, principal impulsor del ataque e implicado en casi todas las acciones de peligro en área polaca. "Bellarabi fue el gran ganador de Jogi", tituló "Bild".

El buen estreno del atacante del Bayer Leverkusen es una noticia especialmente valiosa para Löw, que más allá de la clasificación a la Eurocopa persigue un objetivo más complejo y a largo plazo: renovar parte de un plantel que lleva años perfeccionándose.

Si en la delantera despuntan nuevas opciones como Bellarabi o el aún no convocado Stefan Kiessling, "atrás le faltan a Löw alternativas prometedoras", comentó un analista del deportivo "Kicker".

Pero la tónica general dentro y fuera del equipo fue la prudencia ante la derrota. Otra cosa sería un nuevo tropiezo, que comenzaría a complicar el pasaje a la Eurocopa de Francia y revelaría que los problemas alemanes son algo más que circunstanciales.

Para bien o para mal, Löw afronta su próximo partido ya el martes ante Irlanda. El cruce en Gelsenkirchen dirá si la noche de Varsovia queda pronto en el olvido o si se recuerda como el principio de una tendencia preocupante para la campeona del mundo.