La obra ha sido traducida a nueve idiomas y estará disponible a partir de este martes en las principales librerías de Europa y Estados Unidos, en medio de una expectativa evidenciada por las numerosas reseñas y entrevistas que han aparecido en medios como el estadounidense The New York Times, el británico The Observer o el italiano La Repubblica.

En Colombia, sin embargo, el libro también ha levantado ampollas.

Estas últimas tienen que ver con la forma como Betancourt narra las circunstancias en que su colega Clara Rojas decidió quedar embarazada mientras estaba en cautiverio.

Las dos fueron secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en febrero de 2002, en plena campaña presidencial y luego de que se rompiera un proceso de paz entre la guerrilla y el gobierno.

Betancourt narra que durante una visita de "Joaquín Gómez", uno de los jefes de las FARC, al campamento donde se encontraban cautivas, éste le preguntó si estaba enterada de la petición que les había presentado Rojas.

En vista de que Betancourt le respondió que ella no sabía de la petición, relata que Gómez le respondió: "Vea, es algo delicado. Ella reivindica sus derechos como mujer, habla de su reloj biológico, dice que no le queda mucho tiempo para convertirse en madre".

"La petición de Clara me dejó perpleja", escribió Betancourt. Más adelante opina que el plan de Rojas de ser madre "no era razonable" y que le sugirió adoptar un bebé cuando fuera liberada.

"INFAME"
Rojas, que era la asistente de Betancourt en su campaña presidencial, considera que lo dicho por Ingrid en su libro sobre ese episodio "es infame".

Así se lo expresó a la emisora W Radio, con la que accedió a hablar luego de que se conocieron anticipos del libro de Betancourt.

"De la reunión (con "Joaquín Gómez"), lo que me acuerdo, nunca hice una petición de esas", señaló Rojas.

Felipe García, un lector de la revista Semana -publicación que le dio la portada a Ingrid y publicó uno de los capítulos de "No hay silencio que no termine"- escribió en el sitio de internet del semanario: "No le veo nada de espectacular a esto, lo único de espectacular es el cinismo con que se escribió este libro".

La obra sale a las librerías 26 meses después de que la ex candidata presidencial colombo-francesa fuera rescatada por el ejército colombiano en la Operación Jaque, donde 15 rehenes y cautivos les fueron arrebatados a las FARC.

En declaraciones a BBC Mundo, el escritor Héctor Abad Faciolince, quien le hizo una larga entrevista a Betancourt, señala que ella ha escrito "un gran libro".

En su conversación con Abad, que publicó el diario El Espectador, la ex candidata se queja de que la sociedad colombiana sea "despiadada" con las víctimas.

"UN PAIS FURIBUNDO"
Abad lo comparte y manifiesta que "Colombia es un país furibundo, que desconoce bastante la compasión humana, y que muchas veces no es capaz de ponerse en los pantalones o en la piel de los que sufren. No solo con las víctimas es duro; es duro con todos los débiles, como suelen ser las sociedades muy primitivas".

Según Abad, "el libro está en una rica tradición literaria que es la que describe la maldad. Creo que vale la pena leer este testimonio histórico, porque ayuda a entender muchas cosas de Colombia y de cualquier persona del mundo sometida a condiciones de extremo sufrimiento".

La periodista hispano-colombiana Salud Hernández-Mora critica a Betancourt por la "inquina" que, según ella, le demuestra en el libro a Clara Rojas, pero al mismo tiempo destaca el relato y dice que la obra tiene un efecto "devastador" para las FARC.

"Quien no sepa qué es el secuestro, debe leerse el libro de Ingrid", le dice Hernández-Mora a BBC Mundo.

En cambio, el congresista Miguel Gómez, quien fue embajador de Colombia en Francia cuando Betancourt estuvo secuestrada, dice que no piensa leer el libro.

Gómez se queja de la ingratitud de Betancourt hacia el estado colombiano y que 24 horas después de su rescate se haya ido para Francia.

Abad, que califica a Ingrid como "odiamada", porque la odian o la aman, le dice a BBC Mundo que él mismo, que no la conocía personalmente, la matiza.

"Es el público, ciclotímico, el que la convierte en santa o en bruja, según su humor. Para mí es una mujer seria, compleja y profunda, que padeció una experiencia espantosa y que solo por eso debería merecer todo nuestro respeto", afirma.

El primer libro de Betancourt, publicado en 2001, fue La Rabia en el Corazón, que se convirtió en un betseller y tampoco estuvo exento de críticas.

UN LANZAMIENTO GLOBAL
Doce editoriales han adquirido los derechos de traducción de "No hay que silencio que no termine".
Brasil: Companhia das Letras
Colombia/América Latina: Santillana
Francia: Gallimard
Alemania: Droemer
Italia: Rizzoli
Holanda: Balans
Noruega: Cappellen Damm
Portugal: Objetiva
España: Santillana
Suecia: Norstedts
Reino Unido, Australia y Oceanía: Virago
EE.UU. y Canadá: Penguin Press