"El policía es el lector, que busca en vano ordenar esta novela endemoniada". La frase fue escrita por Roberto Bolaño y es parte de la muestra Archivo Bolaño 1977-2003, abierta el martes en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Mientras el autor describe así la novela Los sinsabores del verdadero policía, los comisarios de este homenaje por los 10 años de su muerte la usan para articular la exposición, convirtiendo al visitante en un detective entre retazos de obras inéditas, frases, anotaciones, fotografías y un sinfín de material que despliega el universo de Bolaño.
El visitante se encuentra con múltiples pistas para dibujar un método de trabajo alejado de toda solemnidad y la estructura de la narrativa de Bolaño. Esta "punta del iceberg" del archivo del chileno, según la viuda Carolina López, representa 230 originales de un total de casi 15 mil páginas que contienen un anhelado material inédito: 26 cuentos, 4 novelas (Diorama; La virgen de Barcelona; DF, La Paloma, Tobruk y El espíritu de la ciencia ficción), decenas de poemas, borradores, más de mil cartas y escritos personales. Por ahora, ninguno tiene fecha de publicación.
El archivo de Bolaño comenzó a ser ordenado y clasificado por su viuda en 2006. La exposición es el fin de esta primera etapa de investigación. "El principal criterio fue mantener el orden en que Roberto organizaba sus papeles", cuenta López a La Tercera. "(La exposición) Es una satisfacción, pero sobre todo es un asombro de la dimensión que adquiere algo que para mí es tan cotidiano".
Premios búfalos
La muestra se organiza a través de las tres ciudades catalanas en que vivió Bolaño: como autor desconocido en Barcelona (1977-1980) y Girona (1980-1984) y la etapa de Blanes, donde desarrolla su prosa más reconocida y lo alcanza la muerte (1985-2003). Cada apartado incluye la obra que el escritor desarrolló en dichas ciudades. La etapa barcelonesa, por ejemplo, es el continuo ejercicio de estilo de un joven decidido a convertirse en novelista, como lo ilustra el siguiente texto:
"Este cuaderno sólo me ha servido para soltar la mano. Debo, voy a escribir por lo menos otros dos cuadernos de doscientas páginas cada uno, a ver si allí, desde allí salga algo que valga la pena, que no esté escrito ya y que respire amor, piedad y deseos de ser piel roja".
"He aprendido que aunque el desamor sea torrencial, uno debe amar. Amar de frente y de perfil como un platillo volador", escribe en un texto de 1979, al que llama Acerca de mi (sagrada) familia. Ese mismo año, con una letra pulcra, pequeña y neuróticamente ordenada, anota: "Nadie permanece definitivamente desesperado". Es parte del cuento inédito Tres minutos antes de la desaparición del gato, en un guiño al felino de Rayuela y al gato de Shrödinger, paradoja de la física cuántica, donde algo puede estar vivo y muerto a la vez en diferentes lugares del Universo, dependiendo del observador.
En Girona escribe cuentos y novelas que postula frenéticamente a concursos literarios y envía a editoriales. Como resume él mismo: "El tiempo, que es un humorista de ley, me ha hecho ganar posteriormente algunos premios importantes. Ninguno ha sido, sin embargo, tan importante como estos premios desperdigados por la geografía de España. Premios búfalos que algún piel roja tenía que salir a cazar, pues en ello le iba la vida".
Varios textos e ideas reaparecen a lo largo de estos tres períodos. También hay cartas personales, anotaciones, libros de su biblioteca, noticias recortadas y pequeños detalles como una tarjeta de visita del escritor: Roberto Bolaño, Poeta y Vago.
O alineaciones de equipos de fútbol de poetas latinoamericanos versus norteamericanos: "1. Macedonio Fernández, 2. Martín Dron, 3. Neruda, 4. Lezama, 5. Girondo, 6. Borges, 7. Paz, 8. E Cardenal, 9. Nicanor Parra, 10. Huidobro, 11. Vallejo. Entrenador: Rubén Darío. En la banca De Rokha, Lopez Belarde, Enrique Lihn".
Sobre una vitrina se exhiben dos breves noticias cortadas a mano con los siguientes títulos: "Un poeta chileno ha sido muerto de hambre por su mujer", seguido por "Seis niños atraviesan el desierto en busca de cariño y... fútbol". Bolaño mastica ambas noticias y comienza Las alamedas luminosas: "Ahora abro la ventana, qué luna; detrás de mí, acuchillados y silenciosos, están Charles Bronson, Ernesto, Ramón y los dos pequeños".
Lo mismo ocurre con cuatro noticias de China. Luego formarán parte del cuento El contorno del ojo: "Una extraña criatura parecida a una vaca gigantesca, pero con pico de pato"; "Los portentosos ojos de un niño chino que ve el interior de las personas como si fueran rayos X"; "104 años y en bicicleta"; "Tres muertos en un festival de música moderna".
Sobre la escritura de Los detectives salvajes y 2666 hay material para regodearse. Una carta desesperada de Bolaño a su editor Jorge Herralde, donde se excusa por no tener listo Los detectives... y declara no volver a escribir nada que exceda las 150 páginas. El borrador del discurso para recibir el premio Rómulo Gallegos, lleno de apuntes y apartados que desbordan sus márgenes. Los dibujos que aparecen en 2666, listas de fobias sacadas de internet, decenas de recortes de prensa que dan cuenta de los asesinatos de Ciudad de Juárez y folletos de la flora y fauna del desierto de Sonora. Su letra comienza a torcerse quizás por la conciencia de la enfermedad.
Tras su paso por Barcelona, Archivo Bolaño 1977-2003 podrá verse en Madrid y Nueva York. Aún no hay señales de exhibirse en Chile.