Seis mujeres, seis mundos femeninos, seis vidas paralelas. Así se redondea la historia de esta casa en Vitacura que hace tres años compró Dominique Sumar, dueña de la tienda de tapices y alfombras que lleva su nombre, y quien vive en este lugar junto a su clan familiar. "Es una casa muy vivida, todos los viernes y sábados se transforma en el epicentro de vida de mis hijas y sus amigas, que se juntan y se arreglan para ir a las fiestas", cuenta sonriendo Dominique.
Pero este ambiente alegre, relajado y de historias personales también se da en la decoración de esta casa, inspirada ciento por ciento en las experiencias de recorridos y vivencias que ha tenido Dominique alrededor del mundo.
"Viví trece años en el sur de España y muchas de las cosas que hoy tengo acá fueron traídas de viajes que hicimos a Marruecos", recuerda esta artista plástica de profesión, quien, además, al momento de comprar esta casa fue la encargada de darle vida a la arquitectura proyectada hacía ya varios años. Para esto, la remodeló por completo, unió espacios y pintó en tonalidades azules los aleros y postigos ya existentes, con el fin de darle carácter y un aire más mediterráneo a esta construcción de dos pisos.
A Dominique le fascina cocinar, pero más aún hacer de cada lugar un centro de reunión, espacios donde estar, quedarse y disfrutar. "Aquí no sólo preparamos recetas o tomamos desayuno, también es uno de los ambientes donde las niñitas pintan, hacen tareas para el colegio e incluso fabrican esculturas", cuenta Dominique.