Ashtiani, de 43 años, fue condenada en julio pasado a morir lapidada por haber mantenido una relación ilícita con el asesino de su marido y posteriormente fue acusada de complicidad en el asesinato.

Las autoridades iraníes también advirtieron a los gobiernos extranjeros no hacer del caso un asunto de Derechos Humanos.

"Están defendiendo a una persona que está siendo juzgada por asesinato y adulterio", dijo Ramin Mehmanparast, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, durante una conferencia de prensa celebrada en Teherán.

"Si la liberación de todos los que han cometido un asesinato debe ser vista como un asunto de Derechos Humanos, entonces los países europeos deberían liberar a todos los asesinos en sus países", declaró.

PRESION RENOVADA

La sentencia en contra de Sakineh Ashtiani ha sido objeto de fuertes críticas en el mundo occidental.

Estas críticas adquirieron nueva fuerza esta semana. Este miércoles el Parlamento Europeo aprobó una moción de condena en contra de la sentencia, calificada el día anterior por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, como "barbárica".

"Condenamos actos de este tipo que no tienen justificación bajo ningún código moral o religioso", dijo Barroso, tan sólo un día después que el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, se declarase dispuesto "a hacer lo que fuera" con tal de salvar la vida de Ashtiani.

"Si tengo que ir a Teherán para salvarla, entonces iré a Teherán", dijo Kouchner.

Y, el domingo, el Vaticano también se dijo preparado para hacer una petición diplomática en ese sentido al gobierno de Irán.

RETO POLITICO

Según el periodista de la BBC Jon Leyne, el caso ha puesto en aprietos al gobierno iraní y representa un importante reto para su política exterior.

"El presidente Mahmoud Ahmadinejad a menudo presume de la superioridad moral de la civilización iraní y los valores iraníes, en contraste con la corrupción de Occidente", explicó Leyne.

"Irán también aspira a ser el líder de una coalición alternativa de naciones, una alianza anti-EE.UU.", recordó Leyne.

Pero muchos países han expresado su oposición al fallo judicial.

Según el periodista, ante las presiones internacionales, Irán por lo general responde con una postura desafiante.

"Pero el gobierno de Ahmadinejad es impredecible y fue debilitado por las circunstancias en las que se produjo su reelección. Así que en este caso la decisión podría ir en cualquier dirección", indicó Leyne.

Por el momento, en cualquier caso, la atención internacional parece haber logrado evitar la lapidación de Ashtiani, quien sin embargo aún podría ser ahorcada o ver conmutada la sentencia de muerte por la de cadena perpetua.

Y, según Mehmanparast, esto dependerá de la Corte Suprema de Irán, que está revisando el caso.

"Una decisión final todavía está pendiente", insistió el portavoz ministerial.