La ciudad de Nápoles se prepara ante el partido del equipo local contra la Roma (hoy), encuentro que los medios locales señalan como la cita más temida del fútbol italiano en la que "el odio y el rencor se han agigantado".

Como novedad, tienen prohibida la entrada los hinchas del Roma al estadio napolitano de San Paolo, una medida adoptada para evitar que se repitan episodios violentos como el ocurrido en la final de la Copa Italia que se disputó en Roma el 25 de junio, cuando murió el hincha del Napoli Ciro Esposito.

Ciro Esposito, de 30 años, fue alcanzado por un disparo que recibió en el pecho mientras acudía al estadio Olímpico de Roma para ver la final entre su equipo, el Napoli y el Fiorentina.

Por este disparo fue arrestado Daniele De Santis, de 48 años, un conocido ultra del Roma que actuó sólo, según las investigaciones de la policía, y que "provocó" a los hinchas del Napoli lanzando algunos petardos a un grupo de aficionados que se dirigían al estadio.

Los seguidores del Napoli reaccionaron a la provocación y persiguieron a De Santis y éste, tras caer al suelo, sacó la pistola y disparó tres veces e hirió gravemente a Esposito y levemente a otros dos hinchas napolitanos.

Aquel partido empezó con 45 minutos de retraso y a punto estuvo de no disputarse, por las dudas que tuvieron los representantes de ambos equipos y de la Liga de fútbol sobre el estado demasiado exaltado de los hinchas.

Para evitar nuevos altercados mañana la ciudad "está blindada por el partido del miedo", según los diarios italianos, con un dispositivo de seguridad que contará con mil personas.

Además, se mantiene en secreto el hotel en el que se hospedarán los jugadores del Roma, para evitar posibles ataques.

El jefe del departamento de Seguridad Pública, el napolitano Vincenzo Panico, comentó que "sería bonito un abrazo antes del partido entre Totti e Higuaín, los jugadores más simbólicos de las dos escuadras", según recogen medios italianos.

En una entrevista, la madre de Ciro Esposito, Antonella Leardi, aseguró que le gustaría asistir al estadio para demostrar que el sacrificio de su hijo "no ha sido en vano", y para demostrar que el fútbol es "diversión, energía y alegría" y que en el estadio "no se debe correr el riesgo de morir".

"Estaré muy afectada por pensar que allí podría estar mi Ciro, aunque el tiempo ha pasado y no volverá nunca", lamentó la madre del hincha fallecido, quien, para acabar con los enfrentamientos entre hinchas, rechazó medidas como prohibir la entrada a los estadios.

Por el contrario, abogó por extender la idea de que "no es con mano dura como se resuelven la violencia en los estadios, sino con un mensaje de respeto recíproco".