Tristeza y rabia había en los jugadores de Universidad Católica tras la derrota ante Unión Española, en la que el cuerpo arbitral tuvo un rol decisivo.
Jorge Ormeño emplazó al árbitro a reconocer sus errores. "Me gustaría que el señor (Julio) Bascuñán asumiera que se equivocó, para que así absuelvan a Paulo (Garcés)", dijo molesto el volante. "Nos sacaron del partido. Los jueces de líneas estuvieron horribles, muy mal. Fuimos enormemente perjudicados", agregó el ex Santiago Wanderers.
Por su parte, Roberto Gutiérrez dijo que el arbitraje "influyó" en el partido, pero no tanto en el resultado, ya que "después del 3-3 pudimos hacer el cuarto, pero fallamos en la jugada final".
Para Garcés, el juez "se apresuró en la expulsión. Creo que era para amarilla, porque el balón iba a salir. Además, si fue offside no tenía porqué echarme". Agregó que apelará cualquier sanción que le aplique el Tribunal de Disciplina.
Damián Díaz, en cambio, optó por la mesura y el optimismo. "Es mejor perder ahora y no en los playoffs. Lo que tenemos que hacer es seguir adelante y ganar el Chile 3", reflexionó el argentino.
En su último partido como DT hispano, José Luis Sierra valoró el triunfo, pues se le ganó "al mejor equipo del torneo, aunque debimos sufrir un poco menos".