En su batalla electoral por un segundo mandato a la presidencia en Francia, Nicolas Sarkozy, participó en un masivo acto de campaña en la localidad de Villepinte, en las afueras de París, buscando acortar las distancias con su contendor François Hollande a seis semanas de los comicios.
El mandatario Galo se mostró emocionado y dijo recordar "como si fuera ayer" el día que los franceses lo eligieron para gobernar.
"Queridos amigos, recuerdo aquel mes de mayo en el que los franceses me eligieron como Presidente. Fue hace cinco años. Fue ayer. Fue hace cinco minutos", dijo Sarkozy ante unas 60 mil personas.
Hollande, por su parte, recomendó a sus seguidores "no dejarse impresionar por la alfuencia" en el acto de Villepinte.
Sarkozy repasó varias de sus promesas de campaña y transitó por distintos temas, desde el económico, fronterizo, hasta el internacional. En este último tópico dijo que "Francia es Francia cuando lucha por sus valores. Debe estar del lado de la libertad y de la justicia", al referirse a la actuación de su país en el conflicto de Libia.
Además, sostuvo que "hoy Francia debe estar junto al pueblo sirio, ése es su lugar, su deber y su responsabilidad. Me atrevo a decir: su rol".
SCHENGEN
Pero lo que más destacó en el discurso del mandatario francés fue el llamado a una mayor protección comercial y fronteriza en Europa, diciendo que quería renegociar el Acuerdo Schengen de fronteras abiertas y presionar por una política europea de "compre acta".
Sarkozy dijo que se necesitaba un sistema de sanciones para controlar la inmigración en Europa y que Francia podría suspender su participación en la zona Schengen si las condiciones no cambiaban.
El mandatario dijo que se necesitaba una legislación en la línea con la política estadounidense de "compre acta" para exigirle a los gobiernos que favorezcan productos hechos en Europa en sus compras, y dijo que sin avances en el tema Francia aplicaría la norma unilateralmente.
"Quiero que Europa proteja a sus ciudadanos. No quiero más esta competencia salvaje", dijo Sarkozy en un discurso que podría agradar a los votantes de extrema derecha, cuyo soporte es necesario para asegurarle un segundo mandato.
En su intento por acercarse al electorado de derechas, ya la semana pasada el mandatario francés había anunciado que en caso de una reelección limitará el número de inmigrantes extranjeros y la ayuda social.
Esta limitación no es posible con el Acuerdo de Schengen, que entró en vigor en 1995 y al que adhieren la mayoría de los países que integran la Unión Europea. El acuerdo prohíbe los controles entre los países signatarios.
La primera vuelta electoral en Francia será el próximo 22 de abril.