La décima posición en la que marcha actualmente el Inter de Milan no le da demasiado crédito a Roberto Mancini, que regresó al club que le dio sus mayores logros como entrenador para, supuestamente, enrielarlo; mas no ha tenido mucho éxito en su tarea. El club lombardo atraviesa por un complejo presente, lejos de toda opción de pelear por el título, como dicta su costumbre y estirpe de equipo grande en Europa.

Sin embargo, entre todas las críticas que se enarbolan en torno a los "Nerazzurri", un producto nacional es destacado. Gary Medel, que llegó proveniente de la Premier League hace siete meses, se ha transformado, poco a poco, en una pieza clave en el esquema del elenco del norte de Italia. Tanto así, que se le cataloga como el único que "resiste" a los oscuros días de su club. 

"Es la única verdadera inversión", sostiene, por ejemplo, el portal Sportitalia, que compara al seleccionado chileno con los otras incorporaciones del Inter, como Nemanja Vidic y Dodo, que perdieron terreno en la titularidad, o Daniel Osvaldo y Yann M'Vila, que ya dejaron el equipo.

De hecho, en la prensa italiana también se destaca que el ex Boca logró mantener su espacio después de la salida de Walter Mazarri de la dirección técnica en noviembre, y pese a la "revolución" que Mancini trajo consigo a su llegada. En busca de una reacción, se cambiaron los nombres del esquema, se modificó la formación tipo y se sumaron nuevos fichajes, pero Medel siguió quitando balones en el mediocampo. 

Eso sí, dicha revolución, a la fecha, no ha conseguido los resultados esperados. Inter se mantiene en la medianía de la tabla, con ripios futbolísticos evidentes y la insatisfacción de la fanaticada latente. Incluso, Mancini, que llegó como supuesto salvador, ha recolectado menso puntos que Mazarri en las once jornadas que lleva al mando. Su antecesor, en el mismo número de fechas, contaba con cinco puntos más.