Hartos de los cada vez más frecuentes secuestros, extorsiones y hasta asesinatos perpetrados en la impunidad por el crimen organizado, indígenas y campesinos de Guerrero, en el oeste de México, tomaron las armas para garantizar la seguridad de sus pueblos, constató un periodista de la AFP.
El viernes, cientos de campesinos armados con escopetas, pistolas y machetes, mantenían retenes o puestos de control en al menos cuatro comunidades y en la cabecera municipal de Tecoanapa.
Estos hechos ocurrieron seis días después de que en el vecino municipio de Ayutla de los Libres, en la Costa Chica de Guerrero, iniciara un levantamiento popular de autodefensa armada de los pueblos indígenas contra el crimen organizado.
El secuestro el sábado de Eusebio García, comisario municipal de una comunidad de Tecoanapa, quien reapareció dos días después herido de bala, motivó el levantamiento armado, un fenómeno cada vez más frecuente ante la frustración de los habitantes por la ausencia de justicia.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sólo ocho de cada 100 delitos que se cometen en México son denunciados y 99% de ellos quedan impunes. La tortura, las detenciones arbitrarias, los allanamientos, la desaparición forzada y los asesinatos se han incrementado, según la misma fuente.
La iniciativa popular de Guerrero está encabezada por el movimiento Unión de Pueblos y Organizaciones de ese estado, y aunque la Policía Comunitaria está de acuerdo con ella, no está participando directamente.
Hasta el momento, los pobladores han detenido a por lo menos 37 presuntos delincuentes que acosaban a las comunidades de Ayutla, Tecoanapa y sus vecinos Cruz Grande, San Marcos, Copala, y Cuauhtepec.
Uno de los líderes del movimiento en Tecoanapa, que no está autorizado a decir su nombre por razones de seguridad, aseguró que en día y medio detuvieron a nueve presuntos "halcones" (espías de bandas del crimen), y que los pobladores de este municipio acogen con beneplácito la iniciativa.
"Hemos tenido buena respuesta de la población, están apoyando con víveres, con buenos comentarios, de que esta movilización que tenemos está respondiendo prácticamente al interés de todos", comentó.
En Ayutla, donde empezó el domingo pasado el movimiento, "tenemos el respaldo del 80% de las comunidades, y aquí en Tecoanapa, se están integrando día a día más pueblos", precisó.
Añadió que son frecuentes delitos como "el cobro de cuota, el secuestro", y que a los detenidos "se les va a investigar primero, y después se les va a procesar, dependiendo el nivel de delincuencia, también se les va a reeducar, prácticamente la misma metodología y el mismo proceso que la Policía Comunitaria, es decir, por medio de los usos y costumbres".
El hombre encapuchado comentó que se acordó integrar una especie de tribunal popular: "Fue un acuerdo por parte de los pueblos, de hacer una tribuna de información amplia, para que la ciudadanía sepa qué es lo que estamos haciendo, a qué nos estamos dedicando, para que (los delincuentes) tengan temor".
También destacó que en Ayutla desde el pasado miércoles "hay una especie de toque de queda a partir de las diez de la noche, también se incluyeron las escuelas, en donde se suspendieron las clases, el plazo es indefinido, hasta que tengamos la seguridad de la gente".
"En este movimiento, no hay jefes, y dirigentes, y todo se consensa en una asamblea, y es la gente la que decide lo que se va a hacer. Hay un acuerdo entre el gobierno, y las comunidades en pie de lucha, hay constante diálogo", recalcó.