Un lugar de encuentro que permita a quienes lo visiten generar un momento de reflexión, pero también dejar un mensaje esperanzador, son los objetivos que se plantearon los arquitectos Ricardo Atanasio y Agustín Soza, creadores del memorial en la ribera norte del Biobío en recuerdo de las víctimas del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010.

El proyecto, que representó una inversión de $ 1.978 millones, exhibe un avance del 90%, por lo que las autoridades esperan inaugurarlo en octubre. El seremi de Vivienda y Urbanismo del Biobío, Rodrigo Saavedra, dijo que, de acuerdo con los plazos, en septiembre deberán concluir las obras y posteriormente, deberán subsanar las observaciones que realizarán los inspectores del Serviu.

Esta obra "representa y simboliza la reconstrucción emocional del país. Será un lugar no sólo para la memoria de las víctimas, sino que también para recordar que este es un país sísmico y que siempre lo será y no se puede olvidar", dijo Saavedra.

Son ocho torres o monolitos de 23 metros de alto construidos de hormigón armado con pigmentación negra y terminación de arenado. Los espacios de circulación del visitante serán de piedra laja, traída de Cañete y Cobquecura, localidad donde se registró el epicentro del megasismo.

Así, la gente podrá recorrer estos monolitos, encontrando a su paso la lista de las más de 500 víctimas, el proceso de reconstrucción de las zonas devastadas, alusiones al proyecto memorial 27/F y la historia chilena de terremotos y maremotos. "El memorial se relaciona con su entorno, fomentando la circulación a través de su trama e invitando a los transeúntes a comenzar o culminar un paseo de memoria e introspección", dijo la autoridad.

El proyecto, además, se integra al eje Bicentenario, que se inicia en la Universidad de Concepción, continúa en la Plaza de Armas y la Intendencia del Biobío, pasando por el parque Bicentenario para terminar en el parque Costanera, donde se ubica la obra. En el sector de la ribera también se levantará el Teatro Regional.