En prisión preventiva quedó hombre de 37 años involucrado en una red de prostitución infantil que operaba en la provincia de Concepción. El hombre identificado como Alfonso Mardones Martínez fue formalizado en el Juzgado de Garantía penquista por el delito de facilitación a la prostitución infantil, quedando con la medida cautelar de reclusión durante 50 días, plazo fijado para la investigación.
Mardones fue detenido por efectivos de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI tras una investigación conjunta con la unidad de delitos sexuales de la fiscalía local de Concepción. De acuerdo a los antecedentes, actuaba como proxeneta, efectuando contactos para que menores de edad pertenecientes al Hogar Capullo del Sename ejercieran la prostitución con adultos al interior de un domicilio ubicado en el sector céntrico de la ciudad.
"El efectuaba a través de llamados telefónicos, contactaba a menores con adultos, quienes posteriormente se dirigían hacia otros sitios a mantener la relación sexual y él era la persona que captaba el dinero que los clientes cancelaban a los menores de edad y en otras ocasiones daba a cambio por los servicios que estaban prestando a terceros, droga como pasta base por lo cual mantenían el circulo vicioso en el que están inmersas estas niñas en riesgo social", señaló el fiscal Alejandro Alí.
Las indagaciones permitieron establecer además la existencia de un registro de la actividad sexual a través de una bitácora que contenía la llegada de las menores, hora de salida, cantidad de dinero que recibían y el pago que les hacía a las niñas. "Había un cuaderno donde él mantenía un listado de menores que coincidían con los que nosotros manejábamos en la investigación con sumas de dinero y saldos que estaban a favor de él y que decían relación con los dineros que circulaban a cambio de estas prestaciones sexuales", señaló Ali.
Según el jefe de la Brisexme Neftalí Álvarez su aprehensión se logró tras un seguimiento de más de quince días donde se pudo constatar que las menores llegaban al inmueble contactadas por el detenido que a su vez contactaba clientes para luego trasladar a las niñas hasta un motel cercano donde mantenían relaciones sexuales a cambio de dinero. "Aparte del teléfono celular repartía volantes en la calle donde ofrecía lolitas a toda hora y un teléfono de contacto que era el particular. (...)Se estableció que cobraba 20 mil pesos la media hora y diez mil pesos por el rato", indicó Älvarez.
Con su captura Mardones Martínez se transformó en el séptimo detenido por la misma causa, por lo que fue derivado al penal El Manzano de Concepción.