En Siria la oposición pide a la ONU que declare a Homs como "zona de desastre"

El opositor Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a opositores al régimen de Bashar al Assad, solicitó a la ONU, la Liga Arabe y organizaciones de derechos humanos que consideren Homs, en el centro del país, como una "zona de desastre" para permitir la ayuda médica tras cinco días de intensos bombardeos y asedio.

El miembro de la ejecutiva del CNS Ahmed Ramdan aseguró que las fuerzas leales a Assad han atacado Homs porque "se ha convertido en la capital de la revolución popular pacifica en el país".  "El régimen quiere controlar Homs para acabar con la protesta pacífica civilizada en esa ciudad", apuntó Ramdan.

Este llamado de la oposición tiene lugar en una nueva jornada de violencia en la que al menos tres personas fallecieron en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad, informó hoy el Observatorio de Derechos Humanos. Una persona murió en el barrio de Der Balaba en Homs y otra en la provincia de Rif Damasco (oeste) por heridas de disparos sufridas ayer, así como una niña de ocho años falleció en un puesto de control en la localidad de Haula, en la provincia de Homs.

Desde que comenzaran las protestas en Siria en marzo pasado, la provincia de Homs constituye uno de los principales bastiones de la oposición a Assad y ha sido duramente reprimida por las fuerzas leales al presidente.

Sólo ayer, al menos 23 personas murieron, de las cuales 16 perdieron la vida en Homs, según las últimas cifras de los opositores Comités de Coordinación Local, que se suman a las más de tres mil muertes contabilizadas por la ONU desde el inicio de la revuelta.

Según el Consejo Nacional Sirio, las fuerzas leales al régimen continúan bombardeando Homs con artillería pesada y aviones de guerra y han asesinado a civiles, a pesar del reciente compromiso del régimen para detener la violencia de acuerdo a una iniciativa de la Liga Arabe.

En la nota, la oposición también acusa al gobierno de obstaculizar el traslado de los heridos a los hospitales de la zona con la presencia de francotiradores y de impedir la entrada alimentos y medicamentos para los más de dos millones de personas que viven en esa ciudad. Ante esta situación, el CNS exigió la protección internacional de los civiles, el envío de observadores externos para supervisar la situación en el terreno y el procesamiento de los responsables de la violencia ante la Corte Penal Internacional.