Por décadas fue un mito urbano, hasta que Allan Alcorn, creador del juego Pong confesó: en 1983, tras su fracaso comercial, los ejecutivos de Atari decidieron enterrar en un desierto de Nuevo México parte de la producción de su juego ET, El Extraterrestre (E.T. The Extra-Terrestrial).
El título, lanzado apenas cuatro semanas después del éxito de taquilla de su película homónima, esperaba replicar la gloria de su par fílmico, pero su presuroso diseño -fue creado en apenas cuatro semanas- lo hicieron un fracaso.
Aunque en un principio el juego tuvo ventas récord (es el octavo título más vendido en la historia de la compañía), muchos usuarios devolvieron los cartridges, después de comprobar que el personaje de la historia quedaba encerrado en una zona de la que no podía salir. Aunque el manual explicaba cómo corregir el problema, la mayoría no leyó las instrucciones y lo devolvieron por considerar que tenía una "falla".
El episodio desestabilizó el ya tambaleante presente de la empresa, que se desangraba financieramente. El fracaso de ET no sólo se debió a que Atari fabricó 4,5 millones de cartuchos, de los cuales sólo pudo vender un millón, sino por el alto costo del contrato con Universal Pictures, que significó un desembolso de 25 millones de dólares, una fortuna para la época. El negocio terminó no sólo con el juego enterrado en el desierto y etiquetado como "el peor de la historia", sino que con la propia compañía literalmente bajo tierra.
La razón del entierro nunca quedó clara, pero ajeno a estos fundamentos, Microsoft se asoció a las productoras Fuel Entertainment y LightBox y al productor Jonathan Chinn para ir al supuesto lugar del entierro y verificar la veracidad de la historia.
En abril pasado, Chinn autentificó la historia al descubrir cientos de copias del videojuego, crónica que retrató en el documental Atari: Game Over, que será estrenado el próximo 20 de noviembre a través del servicio XBox Live de la consola Xbox de Microsoft. La serie incluirá una entrevista con Howard Scott Warshaw, diseñador del polémico videojuego.
Unas 800 copias desenterradas quedaron en poder de la Sociedad Histórica Tularosa, confiadas por la alcaldía de Alamogordo, lugar del singular vertedero. Una de estas copias fue puesta en venta ayer en el portal eBay, que en el formato de subasta ya alcanzaba un precio de 630 dólares (casi 400 mil pesos), remate que finalizará el próximo 13 de noviembre.
Los juegos que se venderán, serán acompañados por un certificado de autenticidad, además de fotografías del proceso de entierro de 1983 y del descubrimiento en abril. Lo único que no garantiza el contrato de venta es que el juego funcione.
"El comprador recibirá el juego como se presenta en la imagen a continuación, Propiedad de la Ciudad I.D tag, el certificado de autenticidad y una narrativa fotográfica con imágenes del entierro de 1983 y la excavación que corroboró que la leyenda era cierta. El vendedor no certifica que este artículo sea operable; fue enterrado hace 30 años. Vendido como tal", dice el aviso.
Según Joe Lewandowski vicepresidente de la Sociedad Histórica Tularosa, la idea de esta primera subasta es cuantificar cuánto puede costar uno de estos cartuchos, para luego vender el restante stock que tienen en su poder.
"Los estamos vendiendo en eBay, ya que es el mejor sitio para golpear en todo el mundo y este es un fenómeno mundial", dijo Lewandowski a un periódico local de Alamogordo.
"Tengo gente de Inglaterra, España, Italia, Tailandia, y básicamente lugares de todo el mundo preguntando por ellos", agregó Lewandowski.