La explosión de Tunguska, en el medio de Siberia (Rusia), se ha transformado en uno de los mayores enigmas de la historia mundial. Mientras que la teoría más respetada dice que fue un meteorito, similar al que sucedió en Chelyabinsk hace poco tiempo, nunca existió prueba o rastro de este objeto. Hasta ahora que, Andrei Zlobin, de la Academia de Ciencias de Rusia, dio a conocer muestras de lo que podrían ser restos del meteorito de 1908.

Aunque fueron encontradas hace 25 años en el río Khushmo, los resultados de la investigación se dieron hace poco. Estos muestran que, de todas las pruebas almacenadas durante la expedición de 1998, existen tres fragmentos que tienen un gran potencial de pertenecer al meteorito que causó la gran explosión.

Si bien, no se puede asegurar si las rocas recolectadas pertenecen a este meteorito en específico u otro evento, el científico tiene certeza que el material de estas rocas tienen componentes claros de un meteorito de esa época.