Equipos de rescate habrían encontrado durante la noche del domingo 251 cadáveres sin identificar y 86 fragmentos de cuerpos en el lugar donde el avión de Malasia Airlines fue derribado. Debido a esto un segundo tren con vagones frigoríficos llegó a la localidad de Torez para transportar los restos corporeos, según informó un comité del Gobierno ucraniano.

En un comunicado, la comisión investigadora del desastre dijo que el primer tren, que transportaba los restos de casi 200 víctimas, estaba detenido en la estación de Torez a causa de que "los terroristas están bloqueando su salida", refiriéndose a los rebeldes prorrusos.

Por su parte Estados Unidos presentó una prueba de que los rebeldes derribaron el avión con un misil ruso-tierra-aire, lo cual calificaron como evidencia "de gran alcance". Aunque otros gobiernos han dejado de acusar a Rusia como causante el accidente, Estados Unidos siempre ha estado a la cabeza a la hora de apuntar a Moscú como culpable del derribo del vuelo de Malaysia Airlines en el que murieron 298 personas.

"Rusia está apoyando a estos separatistas. Rusia está armando a estos separatistas. Rusia está entrenando a estos separatistas", declaró el secretario de Estado John Kerry en el programa de la CNN "State of the Union."

Los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Australia hablaron con el presidente ruso Vladimir Putin por teléfono la noche del domingo, instándole a utilizar su influencia sobre los separatistas para garantizar que las víctimas pudieran ser repatriadas y los investigadores internacionales tuvieran acceso completo para reunir pruebas. Asimismo los ministros de Asuntos Exteriores europeos se reunirán en Bruselas el martes para considerar nuevas sanciones contra Rusia.

En tanto diplomáticos del Consejo de Seguridad de la ONU tuitearon anoche que la entidad votará la tarde del lunes sobre un proyecto de resolución, copatrocinado por Australia, Francia y Lituania, que exige el pleno acceso al lugar del accidente y una investigación independiente.