En 1983, un joven de 28 años llamado Steve Jobs, asistía a una conferencia de diseño en Aspen, cuando junto a su grupo de trabajo decidió hacer una intervenmción artística y enterrar una gran cápsula de casi 4 metros de largo con varios objetos en su interior, para ser desenterrada 20 años después. Sin embargo, en 2003 los organizadores del evento habían olvidado por completo su ubicación, por lo que la operación no pudo ser concretada.
Eso hasta hoy, ya que el programa "Diggers" de National Geographic decidió averiguar cuál fue el destino de la estructura para revelar su contenido, al mismo tiempo que realiza un documental sobre la búsqueda.
Y luego de varias pesquisas, llegaron a su objetivo. Curisoamente, su contenido sólo podría ser tomado como un tesoro emblemático para los fanáticos de la tecnología: Etiquetas de identificación de los asistentes al evento, seis latas de cerveza llenas y el primer modelo de ratón de computadora, llamado "Lisa" en honor a la hija de Jobs, que internamente sigue siendo muy similar a los dispositivos que utilizamos en 2013.
FUENTE: CNET