El primer cruce entre humanos modernos y neandertales pudo suceder hace 55 mil años y en Medio Oriente. Así lo sugiere un estudio, liderado por el antropólogo Israel Hershkovitz, de la U. de Tel Aviv, que describe un cráneo encontrado en la cueva Manot, Galilea Occidental, en Israel.
Cerca del lugar ya se habían encontrado restos de neandertales, lo que puede significar que convivieron y, eventualmente, se cruzaron antes de pasar a Europa. Esta es la evidencia física que los antropólogos buscaban para probar el cruce que explica que europeos y asiáticos tengan un 2% de ADN neandertal.
"Este cráneo parcial es inequívocamente moderno. Es similar en forma a cráneos africanos recientes, así como a los cráneos europeos desde el período Paleolítico superior, pero diferente de la mayoría de otros humanos anatómicamente modernos en el Levante (zona de Oriente más próxima al Mediterráneo). Esto sugiere que las personas en Manot podrían estar estrechamente relacionadas con los primeros humanos modernos que más tarde colonizaron Europa", dice el artículo, publicado ayer en la revista Nature.
La principal diferencia es que el cráneo encontrado en Manot no es tan plano, explica a La Tercera Ralph Holloway, uno de los autores del estudio, de la U. de Columbia. "Las diferencias entre un cráneo neandertal y el de un humano moderno, es que el primero tiene un cráneo largo y aplanado y el de los humanos modernos es alto y redondeado. Este es como el de un humano moderno", agrega Bruce Latimer, paleoantropólogo de la U. de Case Western Reserve, en Cleveland.
Es el primer fósil de humano moderno encontrado fuera de África en un período en que se calcula la migración de África a Eurasia. "Es increíble. Esta es la primera muestra que tenemos que conecta África a Europa", dijo Hershkovitz al diario británico The Guardian.
Más hipótesis
El descubrimiento de la cueva de Manot, al oeste de Galilea, se realizó por accidente en 2008, cuando excavaban para construir una línea de agua para un pueblo cercano. Un análisis posterior demostró que había sido habitada durante miles de años, cuenta Baltimer. "Debido a que la entrada original había colapsado alrededor de 15 mil años atrás, los abundantes artefactos están en excelente condición", indica.
Las exploraciones comenzaron en 2010 y continuarán en el futuro.
Hasta ahora se sostiene que los Homo sapiens salieron de África hace al menos 60.000 años, pero que el clima en algunas partes de Europa obstaculizó su propagación por el continente hasta hace unos 45.000 años.
El estudio menciona que la posible mezcla entre los humanos modernos y los neandertales ha sido ampliamente discutida y que, mientras las hipótesis basadas en la información morfológica señalan a Europa como la ubicación plausible, los estudios genéticos sugieren que el mestizaje se produjo en una zona geográfica limitada, muy probablemente en el oeste de Asia, entre 60 y 50 mil años atrás.
Agregan que debido a la estrecha proximidad en términos de fechas y ubicación geográfica de Manot y los neandertales del Levante, el cráneo podría representar un híbrido. "Sin embargo, ninguna identificación de híbridos potenciales se basa únicamente en la morfología craneal, debe considerarse con cautela", señalan.
Manot también podría haber sido un descendiente directo de las poblaciones tempranas de humanos anatómicamente modernos, pero las diferencias en la morfología entre éste y la mayoría de los fósiles de estos sitios, hacen esta posibilidad poco probable.