Las últimas semanas han sido complicadas para el movimiento estudiantil. Una marcha que terminó con el destrozo de una imagen de Cristo y el desalojo de la toma en el Internado Barros Arana (Inba), que dejó pérdidas millonarias, influyeron en la percepción negativa de la ciudadanía. Así lo establece la encuesta Plaza Pública de Cadem, donde revela que el 75% de las personas están en contra de las tomas en colegios y que el 50% se encuentra en desacuerdo con la movilización de los estudiantes.
Según los resultados del estudio, realizado entre el 15 y el 17 de junio, la opinión del 42% de los encuestados es que en el último mes el movimiento se ha debilitado, el 17% que piensa que éste se ha fortalecido y un 38% que cree que se ha mantenido igual (ver infografía).
"Esto está muy condicionado a los mecanismos que el movimiento estudiantil ha usado, ya que la opinión pública está muy cansada de la violencia", explica Roberto Izikson, gerente de asuntos públicos de Cadem.
Para los estudiantes, se debe trabajar en reencantar a los ciudadanos para encontrar apoyo como el que existía en 2011, cuando el 79% de los chilenos estaba de acuerdo con las manifestaciones.
"Hemos tenido dificultades durante el último tiempo para poder poner en el centro el debate lo que nos interesa, que es la educación", explica Camila Rojas, dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
Según José Corona, alumno del Liceo Manuel Barros Borgoño y vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), "tenemos una ciudadanía que se ha desencantado de este movimiento producto de los mismos descolgados que abusan de las movilizaciones en pos de hacer destrozos y vandalismo".
En la misma línea, Camila Rojas indica que "el principal desafío es poder socializar nuestras demandas, de hecho estamos en ese trabajo, pudiendo comentar nuestras demandas en diferentes espacios públicos, para que la sociedad pueda reencantarse".
Corona apunta a que se tienen que "mostrar distintas señales, hacer acciones que sean más familiares, y que le den seguridad a la ciudadanía que no serán violentas".
Para el diputado Jaime Bellolio (UDI), miembro de la Comisión de Educación, "la gente en 2011 conectó con un sentimiento que era muy transversal y era que necesitábamos con urgencia mejorar la calidad de la educación pública y que eso había que visibilizarlo", pero en la situación actual "se ven actos de violencia sin razones, y cuando se acaban las razones ganan los ultrones que son quienes justifican la violencia como método de acción política".