El presidente de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama, que aspira a renovar su mandato en las elecciones del 6 noviembre, aventaja en 4 puntos a su rival, el republicano Mitt Romney, según una encuesta de Wall Street Journal/NBC publicada hoy.
La encuesta, que fue realizada a 1.000 votantes registrados, entre el 16 y el 20 de agosto, da un 48% de apoyo a Obama y un 44% a Romney, con tres puntos de margen de error.
Los analistas apuntan que la reciente elección de Romney del congresista Paul Ryan como su compañero electoral ha despertado el entusiasmo en el Partido Republicano.
No obstante, estos resultados muestran que este golpe de efecto no tendrá un impacto particular en las elecciones presidenciales "más allá de ayudar a la base conservadora a unificar el voto para Romney", apunta el diario.
Obama sigue recibiendo bajas calificaciones en lo que se refiere a su forma de gestionar la economía, en particular entre los votantes indecisos, que son más pesimistas que el resto de votantes sobre el futuro económico de Estados Unidos.
Los encuestados consideraron que Romney tiene mejores habilidades directivas (45%), ideas para mejorar la economía (44%) y capacidad para cambiar la forma de hacer política en Washington (37%).
Pero el público sigue considerando que el ex gobernador de Massachusetts -un empresario de gran fortuna- no entiende las preocupaciones del estadounidense medio. Así lo cree el 54%.
Según Peter Hart, que formó parte del equipo de análisis de la encuesta, Romney llega a la Convención Republicana, que se celebrará la próxima semana y en la que será nominado oficialmente, "con mucho trabajo para reparar su imagen".
La encuesta también muestra algunas debilidades que tendrá que afrontar Obama, como una tasa de desempleo que llegó al 8,3% en julio pasado.
El 49% de los consultados desaprueba la gestión de Obama, que inició en enero de 2009, frente al 48% que sí la aprueba; mientras dos tercios creen que el país va por mal camino.
Estas cifras contrastan con las del principio de su mandato cuando llegó a tener el 61% de la aprobación, en abril de 2009, frente al 30% de oposición.
Aunque su pico más bajo lo registró en agosto de 2011 en plena crisis económica que recibió un índice de desaprobación del 51% y un 44% de apoyo.