La creciente brecha entre ricos y pobres está erosionando la fe en el sueño americano.

En una relación de casi dos a uno -- 64% contra 33%–, los estadounidenses dicen que el país ya no ofrece a todos iguales oportunidades de progresar, e incluso algunos dicen que el gobierno no hace mucho por ayudar, según la Encuesta Nacional de Bloomberg.

"Hay un montón de políticas que facilitan a los ricos volverse más ricos y a los pobres no ir a ninguna parte", dice Ryan Sekac, de 26 años, un ingeniero mecánico de Westerly, Estado de Rhode Island.


El sondeo realizado del 6 al 9 de diciembre siguió las declaraciones públicas de líderes, desde el presidente Barack Obama al papa Francisco, donde expresaban alarma por la creciente desigualdad del ingreso.

El 10% más rico de los estadounidenses ganaban el año pasado más de la mitad de todo el ingreso, el mayor total desde 1917, según Emmanuel Sáez, economista de la Universidad de California en Berkeley.

"Todo el mundo a ambos lados del debate habla del sueño americano", dice Sekac.

"En este momento, no es algo a lo que todos puedan aspirar en este país", apuntó.

Sin embargo, los encuestados están divididos casi en forma pareja sobre la necesidad de una acción gubernamental para reducir la brecha del ingreso: 45% dice que se necesitan nuevas políticas, en tanto 46% dice que sería mejor permitir que el mercado opere libremente, incluso si la diferencia crece.


Obama y Francisco

La falta de fe es especialmente pronunciada entre aquellos que ganan menos de US$50.000 al año: por un margen de 73% contra 24%, los encuestados dicen que la economía es injusta.

Incluso 60% de aquellos cuyo ingreso anual es de US$100.000 o más lamentan la ausencia de un acuerdo justo, mientras que un 39% dice que todo el mundo tiene igual oportunidad de avanzar.

En semanas recientes, la atención pública sobre la brecha entre ricos y pobres ha aumentado. Obama pronunció un discurso la semana pasada donde dijo que las tendencias económicas "han puesto en peligro el convenio básico de la clase media en Estados Unidos, de que si uno trabaja duro, tiene la oportunidad de avanzar".

Poco antes, el 26 de noviembre, el papa Francisco criticó la desigualdad. "Esta economía mata", dijo.

En la encuesta de Bloomberg, 68% de los estadounidenses dicen que la diferencia crece, mientras 18% dice que no ha cambiado y 10% dice que se está achicando.

Los encuestados de altos ingresos se dividieron casi en forma pareja en cuanto a la necesidad de acción gubernamental. Los estadounidenses de ingresos medios, los que ganan entre US$50.000 y US$100.000, favorecen confiar en el mercado por 54% contra 39%.

Las recientes observaciones del papa Francisco resonaron por igual entre católicos y no católicos. Por 64% contra 27%, los encuestados estuvieron de acuerdo en que los líderes gubernamentales deberían prestar más atención a las desigualdades del ingreso y menos a las necesidades del mercado.

El sondeo de 1.004 adultos fue realizado por Selzer Co., una empresa encuestadora de Des Moines, estado de Iowa. Los resultados tienen un margen de error de más o menos 3,1 puntos porcentuales.