Para muchos, una locura. Como gran novedad para este año, la Endurance Challenge 2014 incluirá dentro de sus circuitos de Trail Running la distancia de 100 millas o 160 kilómetros, una prueba tan larga como extrema. Para demostrar aquello, basta un sólo dato introductorio: la largada se realizará el viernes 17 de octubre a las seis de la mañana, mientras que el horario de cierre será a las 21.00 del sábado 18. O sea, 39 horas después.
"Es una prueba brava, pero se trata de una distancia icónica a nivel mundial. Afuera es normal, dentro de la locura que es", explica Rodrigo Errázuriz, asesor técnico del evento que organiza la marca The North Face.
El circuito de 160 kilómetros se iniciará en el Parque Bicentenario de Vitacura, y finalizará en San Carlos de Apoquindo, en las Condes. En total, recorrerá cinco comunas (considera además el paso por Colina, Lo Barnechea y La Reina). El desnivel positivo (denominado "D+", es decir la suma de las distancias ascendidas durante el trayecto) llega a los 8.526 metros, mientras que el desnivel negativo ("D-", o sea la suma de las distancias descendidas durante el camino) es de 8.206.
Por lo extremo de la prueba, la organización ha tomado resguardos. "Se necesita una logística distinta. Al ser más dura, se pueden presentar problemas", explica Errázuriz.
Por esta razón, quienes decidan participar en los 160 kilómetros deberán superar una serie de estrictos requisitos. Entre ellos, la presentación de una ficha médica que avale una salud compatible para competir en este duro trazado; y acreditar haber terminado tres carreras de 80 kilómetros entre enero de 2012 y el 1 de octubre de 2014, o bien una de las mismas características durante el período mencionado.
Además, durante la carrera, los deportistas estarán obligados a portar los siguientes elementos: teléfono móvil con opción roaming activa, y con el número de emergencias de la organización grabado en los contactos; vaso de al menos 15cl (se excluyen las caramayolas o bolsas de hidratación); contenedor para reserva de agua de un litro como mínimo; linterna en buen estado; manta de supervivencia de 1,40 por 2 metros como mínimo; silbato; venda elástica que permita realizar una curación; reserva alimentaria; chaqueta con capucha que permita soportar el mal tiempo en la montaña; pantalones o mallas largas; gorro o bandana; y una carpa térmica adicional manga larga.
Y más que para "cubrirse" como organización, Errázuriz explica que estos requerimientos son "por un tema de precaución con los corredores. Hay que tener el kilometraje en el cuerpo. Por eso decidimos poner altas exigencias".
Aunque todavía hay cupos disponibles para los 160 kilómetros, ya existen estimaciones de participantes: "Por el medio local, en donde se está recién entrando con la distancia, calculo unos 100 corredores entre chilenos y extranjeros", añadió.
TRASLADO A SAN CARLOS DE APOQUINDO
Además de la nueva distancia de 160 kilómetros de camino en medio de la montaña, para este año se mantendrán las longitudes tradicionales. "En 80 y 50 kilómetros creemos que habrá unos 250 participantes en cada una. Para los 21 kilómetros, que es la más masiva, abrimos 900 cupos. Y en los 10 kilómetros estimamos en unos 600", explica el asesor técnico.
Para ellos, y a diferencia de quienes compiten en la mayor distancia, la largada será el sábado 18 de octubre, desde San Carlos de Apoquindo, el nuevo campamento base escogido por la organización, y que reemplaza a la Hacienda Santa Martina.
"Son varios los temas relacionados con el cambio. Hay un asunto de capacidad, de dar aires nuevos... era hora de cambiar", dice Errázuruz. "En San Carlos hay un acceso más fácil, hay estacionamientos e infraestructura", destaca.