Buenos dividendos está recibiendo la italiana Enel con la separación de la estructura de los activos de Chile y Latinoamérica, que finalizó el año pasado. Por lo menos así lo percibe el gerente general de Enel Américas, Luca D'Agnese, quien en estos días viene llegando de un road show por Estados Unidos y Europa.
"Hay mucho interés de los inversionistas y muchas preguntas sobre la estrategia que estamos impulsando en los países de América Latina", cuenta el ejecutivo, que pasa la mitad de su tiempo en Chile y el resto viajando por Argentina, Brasil, Perú y Colombia, países donde Enel Américas está presente en negocios de distribución y generación eléctrica.
"La percepción del mercado ha sido positiva, porque agrega distintas posibilidades para invertir, lo que es bueno en un momento en que los mercados internacionales están mirando a Chile y a los otros mercados de Latinoamérica. Esta parte está siendo un mercado donde se vuelve a invertir, porque ha bajado la prima de riesgo en los países, especialmente en Brasil y en Argentina, país que ha vuelto a ser atractivo para los inversionistas, y eso hace que hoy sea un buen momento para que los inversionistas del mundo vuelvan su mirada a Latinoamérica", asegura el ejecutivo.
La apuesta de Enel en Sudamérica es fuerte. Luego de la reestructuración, la italiana indicó que invertiría US$ 7.500 millones en la región, considerando Chile y también las inversiones de la filial de la italiana, Enel Green Power. De ese monto, detalla Luca D'Agnese, Enel Américas se hace responsable de US$ 4.000 millones y detalla que el foco estará en el mercado de la distribución eléctrica. "Vamos a invertir en nueva tecnología, donde la digital va a tener un rol más importante y, efectivamente, hay una necesidad que en Chile no se ve mucho, pero en otros países sí, que tiene que ver con mejorar rápidamente el nivel del servicio a los clientes", indica.
Y para dar a conocer esta estrategia de crecimiento, donde la firma pretende elevar el Ebitda de Enel Américas de los actuales US$ 2.400 millones a sobre los US$ 3.700 millones al 2019, la compañía ha retomado el diálogo con el mercado, sobre todo luego de concretar la compra de la brasileña Celg, distribuidora de Electrobras que la italiana adquirió en febrero pasado en cerca de US$ 600 millones.
Con la compra, Enel Américas se transformó en la segunda mayor distribuidora eléctrica de Brasil, con una participación de 12% y con un poco más de nueve millones de clientes, pisándole los talones a Electrobras, empresa estatal que cuenta con 10,1 millones de clientes.
Apuesta por Brasil
Pero la italiana quiere ir por más. "Brasil es el mercado donde hay más posibilidades para crecer, porque nuestra posición como cuota de mercado es inferior a la que tenemos en el resto de los países", dice, y resalta que "la sorpresa podría venir por el lado de Brasil, pues sigue siendo el foco principal en la búsqueda de operaciones para adquirir y es donde hay muchas más operaciones en venta".
Y eso es verdad. La estatal Electrobras quiere seguir desprendiéndose de activos. De hecho, planea concluir en junio próximo una evaluación de las seis empresas que planea vender a fines de este año. Están en las regiones del norte y del noreste de Brasil y juntas distribuyen energía a cerca de 4,3 millones de personas. "Nosotros estamos mirando algunas compañías de Electrobras, no nos interesan todas, pues el activo más grande que tenían ya lo compramos (Celg), pero nos interesan activos que están cerca de nuestra área de concesión, en el noreste, donde podemos apalancar sinergias", indica Luca D'Agnese.
Añade que la estrategia del grupo en el tema de adquisiciones "es seguir adquiriendo empresas de tamaño pequeño y mediano y no ir por grandes adquisiciones", mensaje, dice, que ha reafirmado el CEO de la italiana, Francesco Starace, quien en una reciente entrevista señaló respecto a Electrobras que "estamos tratando de hacer algunas elecciones geográficas. Queremos las que están más cerca de donde ya estamos".
En este proceso, detalla D'Agnese, tienen que esperar que se realice el proceso de licitación, del que aún no hay detalles. "Estamos viendo cuándo la venderán", dice.
Pero no sólo los activos de la empresa estatal brasileña está mirando Enel Américas, sino también la potencial venta que la norteamerican AES quiere hacer de su activo Electropaulo.
"No hay un proceso en curso ni fechas anunciadas. Esto lleva un tiempo, no sabemos si en algún momento esto va a terminar en algo. Hemos conversado, pero hasta ahora no ha salido nada concreto", señala el ejecutivo.
Aumento de capital
Las ganas de querer comprar activos se da también por el saldo que aún queda del polémico aumento de capital aprobado en la junta extraordinaria de accionistas de diciembre de 2012.
¿La compañía tiene caja para seguir comprando activos? "Todavía quedan oportunidades para nosotros, porque la compañía tiene un potencial de apalancamiento importante y, también, por la caja que queda de la ampliación de capital. No queda mucho, porque ya hemos gastado una parte importante", asegura D'Agnese.
¿Cuántos recursos quedan disponibles? "Entre la compra del activo (Celg) y un aporte de financiación que hemos hecho a la compañía, quedan cerca de US$ 300 millones, porque había US$ 1.200 millones, y se gastaron unos US$ 600 millones en la compra y otros US$ 300 millones fueron aportados a la operación, por lo tanto, quedan unos US$ 300 millones" (ver detalles en Números), precisa.
Espacio para endeudarse
Pero el ejecutivo es claro sobre la posibilidad de realizar un nuevo aumento de capital: "No creo que vayamos por una ampliación de capital en la oscuridad, es decir, sin saber qué vamos a hacer con esos recursos", indica.
¿Eso es por las dudas que existieron sobre el uso de los recursos que levantaron en 2012? "La duda era porque la compañía no había sido rápida en utilizar esos recursos. Efectivamente, creo que mirando desde atrás, el hecho de no ir tan rápido al mercado generó incertidumbre, pero si hubiésemos comprado uno o dos años antes, habríamos pasado dos años de pérdidas por la crisis de Brasil y eso lo hemos evitado. Ese es un hecho positivo y lo valoro", reconoce.
El ejecutivo añade que también tienen espacio para endeudarse. "Independiente del año en que se quiera recurrir a deuda, podríamos tener un apalancamiento de entre US$ 1.500 a US$ 2.000 millones. No estamos en una situación compleja y nuestro objetivo ahí es mantener nuestro investment grade", indica.
Agrega que en el mercado de los bonos también estarán activos. "En este tour que hemos hecho por Londres y por Nueva York, muchos inversionistas nos han preguntado cuándo vamos a colocar un bono y sí, por supuesto que vamos a salir, pero no sin saber qué vamos a comprar", relata.
Nueva central en Argentina
Pero los ojos del holding italiano también están puestos en Argentina, país que hoy "vuelve a entrar en el mapa" de países para invertir, señala Luca D'Agnese.
Esto, por una parte gracias a la medida que tomó en febrero de 2016 el gobierno del Presidente Mauricio Macri, quien redujo los subsidios a las tarifas eléctricas, impuestos por el gobierno de Néstor Kirchner desde 2003.
"En nuestro balance, nosotros habíamos puesto en cero el valor de todos los activos que teníamos en Argentina, esto luego de muchos años de sufrimiento. Y terminamos de sufrir y ahora es toda una oportunidad de inversión", comenta.
Y es en ese país donde estarán fuertemente impulsando no sólo el negocio de la distribución -como lo harán en todos los de la región-, sino que también en la generación eléctrica, gracias a las licitaciones que está impulsando el vecino país.
El año pasado, Argentina realizó la primera subasta destinada a satisfacer los peaks estacionales de la demanda. "Ahora el gobierno ha anunciado una licitación para plantas nuevas para la segunda mitad del año", indica D'Agnese.
Agrega que la compañía participará del proceso con el fin de construir una nueva unidad en el complejo termoeléctrico Costanera, la más grande de Argentina y de América del Sur, y que cuenta con 11 turbinas, pero la mayoría son de la década del 60.
"Nosotros vamos a presentar un proyecto de entre 300 MW y 400 MW. Una nueva unidad de gas natural que estará al interior de la planta Costanera, por lo que ya se cuenta con servicios y conexión", detalla el ejecutivo.
Añade que lo atractivo en Argentina es que para incentivar las inversiones y la participación en las nuevas subastas eléctricas, el gobierno licita un pago por capacidad, es decir, paga por la capacidad de las unidades y, además, va entregando el combustible necesario por un tiempo determinado. "Las licitaciones tienen que ser con términos que sean atractivos hoy, porque si no, nadie estaría disponible", indica. Esto, señala, porque luego del plazo, serán las empresas las que tendrán que comprar sus propios combustibles y, además, vender la energía.
¿Y qué pasa con las licitaciones que el gobierno está impulsando en energía renovable? "Las inversiones en renovables las hará Enel Green Power. Eso es lo que ha resultado del acuerdo donde Enel iría con sus vehículos en el mundo: en las renovables no convencionales irá con Enel Green Power, pero las otras inversiones se hacen con Enel", explica D'Agnese