El parque fotovoltaico Finis Terrae, ubicado en la comuna de María Elena, en la región de Antofagasta, a unos 1.300 km al norte de Santiago, tiene una capacidad instalada de 160 MW y puede generar más de
400 GWh al año, equivalentes a las necesidades de consumo anuales de unos 198.000 hogares, evitando de este modo la emisión a la atmósfera de más de 198.000 toneladas de CO2 al año.
Enel invirtió aproximadamente US$270 millones estadounidenses para la construcción del proyecto, en línea con el plan estratégico del Grupo. La inversión fue financiada con recursos propios del
Grupo Enel. El parque se apoya en un contrato a largo plazo de venta de la energía producida y la
energía generada se inyectará a la red eléctrica del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING).
Enel, a través de su filial EGPC, opera actualmente en Chile un portafolio de plantas que tienen una
capacidad instalada combinada de más de 880 MW, de los cuales 364 MW corresponden a energía
eólica, 430 MW a fotovoltaica y 92 MW a hidroeléctrica. Además, EGPC tiene actualmente proyectos en
ejecución de 300 MW que, una vez completados, elevarán la capacidad instalada de la compañía a
cerca de 1.200 MW. Entre estos proyectos está Cerro Pabellón, que tendrá una capacidad instalada
bruta de 48 MW y será la primera planta de geotermia de Sudamérica.