Para cuando esté totalmente construido, en 2024, el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT) será el instrumento óptico más grande del mundo. Preparándose para ese momento es que la construcción de sus partes ya comenzó en varios lugares de Europa, pero la primera piedra, que supone el comienzo de la construcción del edificio y la estructura que los sostendrá, se pondrá mañana, en una ceremonia que contará con la presencia de la presidenta de la República.
La construcción de las bases como tal, en tanto, debería comenzar entre enero y febrero de 2018, señala Roberto Tamai, director de Programa del E-ELT. "Ahora estamos empezando las preparaciones, el campamento está instalado desde febrero", cuenta. Los principales contratos (para la óptica y la cúpula), ya están firmados y representan el 85% de todo su presupuesto.
Instalado en la cumbre aplanada del cerro Armazones, Región de Antofagasta, a 3.046 metros de altitud, su espejo medirá 39 metros de diámetro y será capaz de reunir por sí solo más luz que la suma de todos los grandes telescopios existentes en el planeta, unas 100 millones de veces más luz que el ojo humano.
Fernando Comerón, director del Observatorio Astronómico Austral en Chile (ESO) -dueños del telescopio-, explica que poder captar más luz permitirá ver objetos más débiles, y su óptica adaptativa avanzada (que corrige la distorsión provocada por la atmósfera, en tiempo real), ayuda a ver más nítido, y conseguir una resolución angular mayor que los otros telescopios. "Entre los objetivos científicos actuales del E-ELT, tenemos el estudio de la formación de las primeras estructuras en el Universo, cosa que actualmente podemos empezar a vislumbrar con los telescopio actuales, pero que no podemos ver prácticamente ningún detalle", dice.
"Va a ser el primer telescopio que pueda ayudar a identificar vida más allá del Sistema Solar. Revolucionará la manera en que vamos a percibir el Universo, lo mismo que hizo Galileo cuando apuntó su telescopio hacia arriba hace 400 años", agrega Tamai.
Eso, porque permitirá tomar imágenes directas de los planetas (ahora se detectan por los efectos que tienen en su estrella), y analizar su atmósfera. "Abrirá ventanas donde hoy sabemos tan poco, y empujará a los científicos a buscar más, a preguntar más. Contestará a preguntas fundamentales de la astronomía, como la aceleración del Universo y nuevas leyes de la física", dice.
Megaconstrucción
El edificio que contendrá el espejo del E-ELT es tan grande que debe ser construido al mismo tiempo que la estructura del telescopio. "Debido al tamaño y la complejidad de los sistemas, la estructura principal del telescopio y el edificio son parte del mismo contrato. No se puede hacer primero el edificio y poner el telescopio dentro. El edificio, como componente del telescopio, tiene que funcionar de manera sincronizada", dice Comerón. Eso es lo que comenzará a construirse en los próximos meses.
Hoy, ya están en marcha tres contratos para construcción de instrumentos y algunos sistemas más complejos. Hace unos días se completó en Alemania el bloque de vidrio del espejo secundario, que deberá ser pulido para producrir el espejo acabado.
Hacia 2024 estará todo instalado en Armazones, pero la búsqueda por actualizar el instrumento y mejorarlo seguirá y "en rigor, nunca terminará", dice Comerón.
Por ahora, la mayoría de las empresas que construirán el telescopio son europeas, aunque subcontratan servicios a empresas locales por un total de 100 millones de euros.
En instrumentos, la puerta a los locales también está abierta, pues hasta ahora hay sólo dos equipos con contrato y las instituciones chilenas podrían postular a posteriores llamados.