Nancy Writebol, una una enfermera estadounidense que contrajo el virus del ébola será traslada el martes desde Liberia a su país para recibir atención médica, luego de que el sábado ingresaron a uno de sus colegas en la unidad de enfermedades infecciosas del Hospital de la Universidad Emory.

Las principales autoridades de salud pública continuaban enfatizando que la atención a la misionera junto con el doctor Kent Brantly en Estados Unidos no representa ningún peligro para nadie en el país, en momentos en que el oeste de Africa enfrenta con dificultades su peor brote de ébola en la historia.

"La verdad es que podemos frenar el ébola", dijo el domingo el doctor Tom Frieden, director del organismo federal Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) al programa "This Week" de la ABC. "Sabemos cómo controlarlo: con control de la infección en hospital y contenerlo en el lugar de origen en Africa".

Brantley y Writebol laboraban en el mismo equipo de la misión médica que atendía a enfermos de ébola en Liberia. El brote se ha propagado a Guinea y Sierra Leona, con resultado de 1.300 personas infectadas, de las que al menos 729 han fallecido en el oeste de Africa.

Funcionarios en Liberia dijeron que un avión de evacuación médica transportará a Writebol a Estados Unidos a primeras horas del martes. El ministro de Información, Lewis Brown, declaró a la agencia The Associated Press que la aeronave tiene previsto despegar del oeste de Africa entre la 1:00 y la 1:30 de la mañana del martes hora local.

Brantly llegó el sábado con el mismo protocolo; lo trasladaron en un pequeño avión equipado para contener enfermedades infecciosas que despegó del oeste de Africa hacia la Base Aérea de Reserva Dobbins, en las afueras de Atlanta.

Una pequeña escolta policial acompañó la ambulancia en la que Brantly era llevado al hospital; salió del vehículo con un traje protector especial de color blanco que le cubrí­a totalmente desde la cabeza a los pies e ingresó caminando al hospital.

Un representante de la misión estadounidense dijo que Brantly se infectó cuando atendía a ví­ctimas del brote en un hospital cerca de Monrovia, Liberia. Writebol era higienista cuyo papel incluí­a descontaminar a quienes ingresaran en la zona de tratamiento contra el ébola o a quienes se marcharan del lugar en ese hospital.

No existe cura para el virus del ébola; los enfermos sufren fiebre hemorrágica y el 60% de ellos fallece en las condiciones de Africa. El virus se propaga mediante contacto cercano con fluidos corporales y con la sangre, pero no de una manera fácil por el aire como la gripe o el resfriado común.