Una enfermera estadounidense que trabajó en Sierra Leona con enfermos de ébola volvió hoy a Texas (EE.UU.), donde fue puesta en cuarentena voluntaria tal y como establecen los protocolos sanitarios en este país, pese a que no muestra síntomas del virus, informaron fuentes oficiales.

"La enfermera accedió a someterse a una cuarentena voluntaria en su casa, con dos controles diarios del Departamento de Salud de Texas durante el periodo de 21 días de incubación del ébola", informó la Gobernación de Texas en un comunicado.

La enfermera llegó hoy al aeropuerto de Austin, la capital estatal, donde fue recibida por el comisionado del Departamento de Salud de Texas, David Lankey. 

El gobernador de Texas, Rick Perry, habló con ella por teléfono y le transmitió su "reconocimiento", "compasión" y "máximo respeto".

"Esta heroína ha hecho un gran sacrificio viajando al extranjero para cuidar de aquellos que están sufriendo y ahora, en Texas, sigue demostrando su altruismo al someterse a una cuarentena y cuidar de los texanos", dijo Perry.

La cuarentena es una medida recomendada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para los trabajadores de salud que vuelven de Liberia, Sierra Leona y Guinea, países en los que el ébola ha dejado más de 4.900 muertos.

El caso contrasta con el de la enfermera Kaci Hickox, del estado de Maine, a la que fue impuesta la cuarentena a su regreso de África pese a dar negativo en una prueba de ébola.

"No voy a cruzarme de brazos ni dejarme intimidar por los políticos y ser obligada a quedarme en mi casa cuando no soy un riesgo para los ciudadanos estadounidenses", dijo hoy Hickox en una entrevista con la cadena NBC.

Las autoridades sanitarias estadounidenses establecieron esta medida tras el caso del médico Craig Spencer, que estuvo trabajando en Guinea con Médicos Sin Fronteras (MSF) y dio positivo por ébola días después de su retorno a Nueva York.