"Ante la negativa de los hospitales en el país a tomar en serio la necesidad de implementar medidas de máxima precaución si un paciente con ébola llegó a urgencias, las enfermeras deben hacer oír su voz un poco más fuerte",  declaró en un comunicado la sindicato Unión Nacional de Enfermeras de Estados Unidos, ante la amenaza del ébola y de posibles contageos en hospitales

El grupo, que corresponde al sindicato de enfermeras más importante de Estados Unidos llamó a una huelga nacional en la segunda semana de noviembre para exigir que los hospitales pongan en marcha medidas de máxima  protección para tratar a los pacientes con ébola.

Unas 100.000 enfermeras en el país, 50.000 de ellas en California, deberían  participar en esta movilización los próximos 11 y 12 de noviembre, según la responsable del sindicato, RoseAnn DeMoro.

El sindicato quiere que todos los hospitales adopten "

el nivel de seguridad  más elevado"

para el personal sanitario, con trajes que cubran enteramente el  cuerpo y respiradores que purifiquen el aire.

Asimismo, pide una formación "continua y rigurosa" en el manejo de estos  equipamientos y en el protocolo de cuidado de los enfermos contagiados. El virus se transmite por contacto directo con fluidos de una persona  infectada, lo que pone a los trabajadores sanitarios particularmente en riesgo.

El sindicato protesta desde comienzos de octubre, después de que dos  enfermeras de un hospital de Dallas (Texas) se contagiaran cuidando a un  liberiano que había viajado a su país.

Las dos cuidadoras, Amber Vinson y Nina Pham, están curadas, pero las  autoridades no determinaron cómo se contagiaron.