Las enfermeras del hospital Texas Health Presbyterian, en Dallas, Estados Unidos, donde se encuentran aisladas las dos contagiadas con el virus ébola de ese país, denunciaron mediante el mayor sindicato del gremio que el centro asistencial no contaba con protocolos ni con instrucciones claras para enfrentar un brote de la enfermedad, cuando fue internado el ciudadano africano, Thomas Duncan, quien finalmente falleció producto del virus.

"Nadie sabía cuáles eran los protocolos, nadie fue capaz de verificar qué tipo de equipo de protección debía ser usado y no había entrenamiento", señalaron las enfermeras que prefierieron resguardar su identidad.

Hoy, fue confirmado el segundo caso de contagio del virus en una funcionaria de salud del centro asistencial, identificada como Amber Joy Vinson, de 29 años, sumándose a Nina Pham de 26, quien está aislada en el mismo lugar desde el domingo. Ambas, estuvieron en contacto directo con Thomas Duncan y participaron en el equipo que lo trató.

Las trabajadoras del hospital, agregaron que Duncan estuvo en una sala de espera con otros pacientes y sin resguardo especial, y que sólo fue trasladado en ambulancia bajo sospecha luego de ser devuelto a su hogar el día anterior, cuando consultó con fiebre, síntoma que no fue tomado en cuenta en dicha oportunidad pese a ser un ciudadano de Liberia, país en el que el virus se encuentra sin control.

En el sitio del sindicato de enfermeras además se denuncia que las muestras clínicas de Duncan "fueron enviadas a través del sistema de tubos de hospital sin ser especialmente selladas. El resultado, es que todo el sistema está potencialmente contaminado".

EL CDC TAMPOCO DIO INSTRUCCIONES CLARAS
Las trabajadoras agregaron que ante las dudas sobre cómo tratar con los casos sospechosos o verificados, se consultó al Centro de Control de Enfermedades (CDC), quienes "tampoco tenían políticas claras para tratar al paciente".

Además indicaron que quienes estuvieron en contacto en primera instancia con Thomas Duncan "llevaban una bata no impermeable y abierta en la espalda, tres pares de guantes sin sellar en las muñecas, máscaras quirúrgicas, y protectores para la cara, aunque algunos supervisores dijeron que las mascarillas no eran necesarias".

"Las enfermeras tenían que interactuar con el Sr. Duncan con el equipo de protección que estaba disponible, en un momento en que tenía diarrea y vómitos, lo que produce una gran cantidad de líquidos contagiosos", dijeron.

FUNCIONARIOS SIGUIERON EN CONTACTO CON PACIENTES
Las enfermeras denunciaron también que tras estar en contacto con Duncan no se les prohibió seguir trabajando con otros pacientes, por lo que el número de infectados con el virus ébola, podría ser mayor, tal como fue advertido hoy por las autoridades sanitarias al confirmar el contagio de la segunda enfermera, Amber Joy Vinson.

"Los pacientes que pueden haber estado expuestos, se mantuvieron sólo un día en aislamiento estricto, y al día siguiente se ordenó trasladarlos a áreas donde había otros pacientes, incluso a aquellos con fiebre, los que potencialmente podrían ser contagiosos (...) Algunos miembros del personal del hospital entraron y salieron de esas áreas de aislamiento en urgencia sin haber usado el equipo de protección adecuado", puntualizaron las enfermeras.