Insurgentes atacaron hoy cinco puestos de seguridad en una región del noroeste de Pakistán, cerca de la frontera afgana, provocando la muerte de 11 soldados y 24 militantes fallecidos. Se calcula que unos 150 militantes realizaron ataques simultáneos contra puestos de control en el área de Baizai, en la región tribal pashtún de Mohmand.
"Once soldados paramilitares murieron y cerca de una docena resultaron heridos cuando militantes atacaron varios puestos de control", dijo el máximo funcionario del Gobierno regional, Amjad Ali Khan.
Un portavoz de los militantes confirmó los ataques pero estuvo en desacuerdo con la cifra de muertos al decir que sólo dos de sus combatientes habían fallecido y tres habían resultado heridos.
Los soldados pakistaníes han logrado grandes avances contra los militantes pro-talibanes desde el año pasado, pero los insurgentes han probado ser resistentes y continúan ejecutando ataques contra fuerzas de seguridad y civiles.
Más de dos mil personas murieron en ataques con bomba a lo largo de Pakistán desde que el Ejército realizó una incursión en una mezquita controlada por militantes en la capital, Islamabad, en el 2007.
En otro ataque, una bomba al costado de un camino impactó una patrulla policial en la sureña provincia de Baluchistán, provocando la muerte de un policía y dejando siete heridos, dijeron funcionarios. Rebeldes separatistas, no vinculados con militantes islámicos. Por otro lado, en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país, una explosión afuera de un colegio provocó heridas a un profesor y a tres niños, informó la policía.
El Ejército dice que sus ofensivas en el valle de Swat, en Waziristán del Sur y en otras regiones pashtún en el noroeste del país han debilitado a los talibanes, aunque analistas cuestionan la efectividad de los ataques porque los militantes tienden a establecer bastiones en otros lugares.
Las acciones pakistaníes contra los militantes en la frontera son vistas como cruciales en los esfuerzos para llevar estabilidad a Afganistán. Pakistán ha sido criticado muchas veces por no hacer lo suficiente en ese sentido.
Una insurgencia intensificada en Afganistán ha generado más presión sobre Pakistán para que vaya detrás de los militantes que operan en santuarios en enclaves remotos de su frontera.